La situación en Fukushima sigue siendo ''muy grave''
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) mantiene que la situación actual en la planta nuclear de Fukushima-1 sigue siendo “muy grave”, según indica en su último informe de este viernes, en el que precisa, no obstante, avances en las tareas de reconstrucción de la central y señala que los niveles de radiactividad en los alimentos y en el agua permanecen por debajo de los límites establecidos por las autoridades japonesas.
La AIEA estima “señales iniciales de recuperación” de algunas funciones de la planta, en lo que se refiere al “suministro eléctrico e instrumentación”.
La agencia nuclear de Naciones Unidas explica el progreso en las operaciones para minimizar el vertido de agua contaminada a mar abierto. En este sentido, se han instalado barreras de contención en la ensenada anexa a la central que se encuentran operativas desde el pasado 13 de abril. De igual modo también se han colocado diques de arena tanto en el canal como en las ensenadas de los reactores 1, 2, 3 y 4. No obstante, la AIEA tiene constancia de que todavía se observa humo blanco procedente de los reactores 2, 3, y 4.
Alimentos y agua
La AIEA informa de que los resultados de los análisis de las muestras de vegetales, setas, frutas, carne, pescado y leche entera tomados en diez prefecturas (Chiba, Fukushima, Gunma, Ibaraki, Kanagawa, Nagano, Niigata, Saitama, Tochigi y Yamagata) no han detectado material radiactivo o se ha detectado en niveles “bien por debajo de los valores de regulación impuestos por las autoridades”.
En lo que se refiere a los niveles de contaminación en el agua de mar, la AIEA observó “una tendencia a la baja” de concentración de radiactividad en todos los puntos bajo supervisión de la compañía gestora de la planta, la Tokyo Electric Power Company (TEPCO), en un perímetro de 16 kilómetros en torno a la planta.
No obstante, la agencia nuclear de Naciones Unidas, reconoció “un incremento temporal de la contaminación” en los momentos inmediatamente posteriores a la descarga de agua contaminada ordenada por las autoridades el pasado 4 de abril.