El temporal pierde fuerza al adentrarse en Rusia
El temporal con lluvias y vientos huracanados que afecta desde este jueves el centro y el norte de Europa y que ha causado cerca de 40 muertos, así como cuantiosos daños materiales, está sobre Letonia y se adentra en Rusia, aunque va perdiendo fuerza.
Según el Servicio Meteorológico de Londres, el temporal, que se formó en el océano Atlántico en los últimos días, desaparecerá en las próximas horas, después de que su punto más fuerte se localizara ayer sobre las islas británicas.
Mientras en el centro de Europa la perturbación tiende a amainar y los países por los que ha pasado recuperan poco a poco la normalidad, el Kyrill va perdiendo fuerza a medida que se adentra en Rusia, hasta el punto de que en el enclave de Kalingrado se ha levantado el aviso de tormenta dado con anterioridad.
Por ello no se espera que cause grandes estragos, aunque los meteorólogos no descartan la posibilidad de nuevas inundaciones en San Petersburgo (segunda ciudad de Rusia) por el desbordamiento del río Neva.
El Ministerio de Situaciones de Emergencia advirtió de que pueden producirse desbordamientos de ríos y cortes del suministro eléctrico debido a la caída de postes de alta tensión.
Ucrania, por su parte, reanudó este viernes el suministro normal de petróleo con destino a Europa del Este por el oleoducto Druzhba (Amistad), cortado por el temporal que sacude el país y que provocó la falta de suministro eléctrico en más de medio millar de localidades.
Mientras tanto, la situación mejora en los países donde en horas pasadas Kyrill tuvo mayor virulencia.
Para el Reino Unido, donde se registraron vientos de unos 120 kilómetros por hora, este fue el peor temporal en diecisiete años y provocó la muerte de nueve personas, mientras que en la República Checa causó cuatro víctimas y en Polonia tres.
Alemania, donde el temporal ocasionó al menos once muertos y daños materiales estimados en cientos de millones de euros, recupera lenta y paulatinamente la normalidad, con el restablecimiento del tráfico aéreo y la reanudación parcial del ferroviario, que estuvo interrumpido por completo en todo el territorio.
Todavía hay vías férreas bloqueadas, mientras que la estación central de Berlín -cerrada por la caída de dos vigas de acero que servían de soporte a la fachada de cristal- no pudo ser reabierta hasta esta tarde.
El estado occidental de Renania del Norte-Westfalia fue el más afectado por el temporal, que en Alemania registró vientos superiores a 200 kilómetros por hora.
También el temporal remitió en Holanda y Bélgica, tras causar la muerte de seis personas en el primero de estos países y dos en el segundo, en su mayoría debido a la caída de árboles y muros y a accidentes de tráfico.
La mejoría permitió el restablecimiento de todas las líneas de ferrocarril nacionales e internacionales en Bélgica y la vuelta a la normalidad del tráfico marítimo, aunque no se excluye que se produzcan inundaciones, pues las fuertes lluvias han dejado una quincena de ríos y canales en situación de alerta por desbordamiento.
Asimismo, en Francia el temporal tiende a amainar, tras causar la muerte de dos personas, y este viernes se reanudó el tráfico marítimo entre los puertos del norte francés y el británico de Dover y se restableció la circulación de los trenes Eurostar entre Francia y el Reino Unido por el túnel del Canal de la Mancha.
En esta jornada dos remolcadores franceses conducen hasta las costas británicas al carguero MSC Napoli con productos peligrosos, que había quedado a la deriva en el Canal de la Mancha, y cuya llegada a la bahía de Lamay se espera para la noche este viernes.
En Rumanía, Kyrill causó destrozos, en especial en la provincia de Transilvania, donde dejó sin electricidad a más de 300 localidades y bloqueó parte del tráfico.
Los meteorólogos indicaron que los vientos azotaron toda la zona central y norte del país y el temporal se extiende también hacia el área sur, donde se encuentra Bucarest, y la costa del mar Negro.
En Suiza, el temporal generó vientos de hasta 225 kilómetros por hora en los Alpes, en concreto a 2.850 metros de altura en el glaciar de Aletsch, uno de los más grandes de Europa (con 23 kilómetros), según los servicios meteorológicos.
Al igual que este jueves, se suspendieron decenas de vuelos en diferentes aeropuertos suizos, especialmente en el norte, mientras que el de Ginebra funciona con relativa normalidad.
Italia, que se ha librado de los efectos del temporal porque los Alpes frenan los vientos, suspendió el servicio ferroviario hacia Alemania y Austria y sólo lo aseguraron hasta el paso fronterizo del Brennero.
En los Alpes soplan intensos vientos que han obligado a anular las competiciones de esquí dentro de la Universiada de Turín y las que iban a realizarse en la localidad de Cortina de Ampezzo.