Uribe creará una 'zona de encuentro' para negociar con las FARC

Tras el fracasado intento de mediación del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con las FARC, el Gobierno colombiano abrió este viernes una nueva posibilidad de acuerdo humanitario para intentar lograr la liberación de los secuestrados por esa guerrilla, con la aceptación de crear una zona de encuentro.

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, en un solemne discurso, de una hora en una ceremonia de ascenso a generales de la Policía, accedió a crear una zona de encuentro de unos 150 kilómetros, en cualquier área rural del país, sin policías o militares que haya que retirar y, a ser posible, sin población civil o con muy poca.

Una propuesta similar hecha por parte de los llamados países amigos -España, Francia y Suiza-, recordó Uribe, ya la había aceptado el Gobierno colombiano en 2005, pero las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) la rechazaron con el argumento de que no les había llegado o que se había hecho pública previamente.

La aceptación por Uribe de la propuesta hecha hoy por parte de la Conferencia Episcopal Colombiana y la Comisión Nacional de Conciliación, se ha conocido solo un día después de que el presidente, en otro discurso, rechazase la creación de una “zona de despeje”, que implicase la desmilitarización de una parte del territorio nacional.

El presidente insistió en que ese tipo de despeje, como el que las FARC han venido proponiendo, de los municipios de Pradera y Florida (suroeste) de unos 800 kilómetros con una población de más de 150.000 personas, supondría maltratar a muchos ciudadanos.

De ahí que acepte ahora una “zona de encuentro” para buscar el acuerdo humanitario “que no signifique un retroceso en la seguridad democrática”, emblema de su política de recuperación del territorio y de lucha contra los insurgentes.

Al hacer el anuncio, Uribe precisó unos “puntos a tener en cuenta” que, además de los citados, implican que el alto comisionado de Paz, Luís Carlos Restrepo, con la Iglesia busquen la manera de contactar con las FARC y encontrar esa zona, en la que, precisó el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, se limitaría a 30 días la negociación.

También la presencia de observadores internacionales y que los representantes de la guerrilla no deberían estar armados, para buscar la liberación de todos los secuestrados, no solo de los 45 considerados “canjeables”, policías, militares y políticos, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, de nacionalidad también francesa, y tres estadounidenses.

Uribe habló de los 750 secuestrados que se calcula tienen las FARC.

De acuerdo con la mayor parte de los comentaristas, cuyas opiniones han sido recogidas por los medios colombianos, esta decisión parecería estar dirigida en buena parte a Europa y en particular al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, empeñado en conseguir la liberación de Igrid Betancourt, y de todos los secuestrados.

Pero no sólo a los europeos, sino también a otros países iberoamericanos, como Brasil y Argentina, que podrían facilitar los encuentros con la guerrilla, en sustitución de la mediación de Chávez, que Uribe cortó de golpe el pasado 21 de noviembre tras tres meses de gestiones.

Las FARC, una gerrilla comparable con Hitler

La decisión anunciada este viernes se produce justo cuando el próximo lunes coincidan en Buenos Aires varios mandatarios de la región e importantes representantes de algunos países europeos en la toma de posesión de Cristina Fernández como presidenta de Argentina.

Uribe basó casi la totalidad de su discurso de este viernes en atacar a los “terroristas” de las FARC, a hacer un recuento exhaustivo de sus esfuerzos, gestiones y liberación de guerrilleros en pro del acuerdo humanitario y, también en recordar que Europa no permitiría tener una guerrilla como esta, que comparó con Hitler.

Según el presidente “algunos europeos tienen que hacer esta reflexión” porque “el apaciguamiento del terrorismo ha fracasado aquí y en el mundo” y “en esta hora de dolor no podemos ser los idiotas útiles del terrorismo”, agregó.

Con esta maniobra, Uribe, que se considera ha cedido a los llamamientos internacionales y nacionales, ahora trata de buscar su apoyo, que supondría una presión añadida para que las FARC accedan a negociar el acuerdo humanitario que podría ser la antesala de unas negociaciones de paz.

Etiquetas
stats