Otra veintena de muertos a la espera de la ofensiva final israelí en Gaza
Tropas israelíes y milicias palestinas continuaron sus enfrentamientos en Gaza, en el decimoséptimo día de una ofensiva del Estado judío que podría entrar pronto en su tercera fase y que este lunes se cobró las vidas de otros veinte palestinos.
Con miles de reservistas israelíes acantonadas en la frontera con Gaza, el futuro de la operación Plomo Fundido, en la que han muerto 917 palestinos y otros 4.100 resultaron heridos, depende de las gestiones diplomáticas en El Cairo con los islamistas de Hamás.
Las últimas víctimas palestinas son tres civiles, uno de ellos un profesional sanitario, que murieron en un bombardeo aéreo sobre un edificio de cuatro pisos de la localidad de Yabalia, en el norte de Gaza, un ataque que dejó también una decena de heridos.
Moaweya Hasanien, jefe de emergencias en la franja, dijo que se trata del décimo tercer profesional sanitario muerto desde que Israel comenzó su ofensiva, en la primera semana sólo por aire y desde entonces también por tierra y mar.
“El Ejército israelí ataca todo, incluso nuestras ambulancias y nuestro personal sanitario que llevan a cabo su labor humanitaria por toda la franja”, dijo Hasanein.
Poco antes, otros dos civiles murieron en un bombardeo desde el aire contra la plaza Palestina de Gaza capital, que las tropas israelíes regulares cercan desde el sureste y el norte.
Entre las otras víctimas mortales de este lunes se encuentran dos niños y dos mujeres.
Según Hasanien, la mayoría de los muertos de la jornada son civiles, como también lo son la mayor parte del medio centenar de heridos.
Israel intensificó sus ataques aéreos y bombardeos de artillería en las afueras de Gaza capital y en el norte de la franja, mientras por tierra, informaron fuentes del brazo armado del movimiento islamista, las Brigadas de Izadin Al-Kasam, entablaron combate con fuerzas israelíes en el sur y el este.
Intensos combates tuvieron lugar también en el barrio Tufah de la ciudad de Gaza y al este del campo de refugiados de Yabalia.
Las Brigadas anunciaron este lunes que en uno de estos choques logró capturar a un soldado israelí en el norte de la franja, que murió, con varios milicianos, al ser atacados desde el aire.
“Esta vez hemos fracasado en capturar a un soldado, pero tenemos planeado seguir intentándolo en el futuro y estamos convencidos de que tendremos más éxito”, reza el comunicado del brazo armado de Hamás.
El Ejército israelí desmentió la captura de alguno de sus hombres.
Un portavoz militar señaló a Efe que, desde la medianoche del domingo al lunes, el Ejército ha llevado a cabo ataques contra alrededor de 60 objetivos, entre ellos una patrulla de cinco hombres armados de Hamás y una mezquita que se utilizaba como almacén de armas en el norte de Gaza.
Atacaron asimismo túneles subterráneos que conectan la franja y el Sinaí egipcio, precisó el portavoz.
Desde que comenzó la ofensiva, el llamado corredor fronterizo de Filadelfia es uno de los objetivos más atacados por los bombarderos israelíes, que tratan de destruir cuántos más túneles para impedir el contrabando de armas.
Israel ve en la interrupción de este contrabando una de las claves para declarar el fin de la ofensiva Plomo Fundido y las gestiones diplomáticas de la comunidad internacional, sobre todo de Egipto, se centran en transferir el control de ese corredor fuera de las manos de Hamás.
Por los túneles que cruzan esa frontera ingresaron a Gaza los cohetes Katiusha y Grad que estas últimas dos semanas cayeron en territorio de Israel y que causaron al menos tres de los trece muertos israelíes desde el 27 de diciembre.
Los Kasam, mucho más precarios, son fabricados en la franja en talleres metalúrgicos locales.
Según el ejército israelí, los cohetes lanzados por las milicias se han reducido alrededor de un 50 por ciento desde que se inició la ofensiva militar.
En los primeros días las milicias lograban disparar entre 70 y 80 cohetes diarios, mientras que ahora el número se ha reducido a entre 20 y 30 diarios.