Venezuela reflexiona entre la revolución bolivariana y la oposición a Chávez
Los venezolanos comenzaron este viernes el período de reflexión de 48 horas previo a los comicios presidenciales del domingo en medio del nerviosismo ante la inminente cita electoral y el ajetreo de la compra navideña.
A las 06.00 hora local (10.00 GMT) del viernes se cerró oficialmente la campaña que durante tres meses ha llevado a los electores los mensajes de los dos principales candidatos a gobernar el país en los próximos seis años: el actual presidente, Hugo Chávez, y el abanderado de la oposición, Manuel Rosales.
Ambos aspirantes a la presidencia de Venezuela aprovecharon el jueves para hacer sus últimos llamamientos al voto, declararse convencidos de la victoria y, sobre todo, pedir que se acate la ley cuando se conozca el veredicto de las urnas el 3 de diciembre.
Chávez y Rosales coincidieron en reclamar que se vote en paz el domingo, aunque tanto el uno como el otro expresaron su desconfianza respecto al campo rival y alertaron sobre los supuestos intentos que puede llevar a cabo el adversario para sembrar confusión.
Con el eco de estas últimas advertencias, tras una campaña dominada por la tranquilidad, los venezolanos emprendieron el plazo de reflexión con sentimientos encontrados y el temor a que la noche del domingo les haga revivir pasadas experiencias de violencia.
En tiendas de comida y supermercados se agotaron las existencias de leche, pollo y algunos otros productos en medio de las largas colas de clientes con carritos repletos que confesaban el miedo a no encontrar abastecimiento en los días venideros, pese a los llamamientos a la calma y las garantías dadas por las autoridades.
En Caracas, cuya área metropolitana tiene unos cuatro millones de habitantes, la compra de alimentos por parte de quienes temen penurias se compagina curiosamente con el ajetreo de los preparativos navideños, festividades muy celebradas en Venezuela.
Cestas navideñas, regalos y decoraciones de todo tipo han florecido por toda la ciudad, y las tiendas dedicadas a estas ventas se han visto abarrotadas de compradores, provistos de la paga quincenal y los generosos aguinaldos, equivalentes a tres meses de sueldo, decretados con antelación por Chávez.
En la cuenta atrás de la elección presidencial, el Consejo Nacional Electoral (CNE), poder autónomo encargado de organizar el proceso, garantizar la transparencia de la votación y anunciar los resultados tras el recuento, procedió este viernes a la instalación de las mesas de votación a las que están llamados a acudir el domingo unos 16 millones de electores.
Para el CNE, todo está preparado para que los centros de votación abran el día 3 a las 06.00 de la mañana (10.00 GMT) en todo el país.
Según la norma electoral, los centros cerrarán a las 16.00 hora local (20.00 GMT), aunque por ley puede haber prórroga si quedan electores esperando y no hayan podido cumplir con su derecho.
Listas también se han declarado las misiones de observadores internacionales que fueron invitadas a esos comicios, unas 200 personas enviadas por la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos (OEA), el Centro Carter y Mercosur, además de varias decenas de instancias electorales del continente.
“Paz” y “tranquilidad” son los últimos mensajes enviados por el CNE al electorado, tras advertir de que está prohibido publicar sondeos a pie de urna antes de que el Consejo emita el domingo su boletín oficial sobre los resultados del escrutinio.
Los medios de comunicación venezolanos se comprometieron el jueves a no difundir esas encuestas en la jornada electoral después de reunirse con la misión de observadores de la OEA.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, que inauguró este viernes un centro de prensa para albergar a los periodistas, dijo que unos 600 representantes de medios extranjeros y unos 6.000 venezolanos han sido acreditados, y afirmó que “el mundo” podrá presenciar cómo Venezuela vota “con civismo, alegría y democracia”.