Es más habitual de lo que pensamos la celebración de subastas con peculiares, únicos y exquisitos lotes de vinos y otras bebidas alcohólicas, por los cuales se llega a pagar unas cantidades de dinero cuyo importe ni se acercaría a lo que podría ganar yo a lo largo de mi vida. ¿Lo pagaría usted?
Sinopsis: Cuatro jóvenes con antecedentes delictivos coinciden en la conmutación de sus penas por trabajos sociales. El tutor que les asignan, Henry, les iniciará en el mundo de una de las más conocidas bebidas del Reino Unido: el whisky...
Dirigida por Ken Loach (Tierra y Libertad, Route Irish...) y escrita por Paul Laverty (También la lluvia, Buscando a Eric...) nos llega esta comedia británica con resquicios dramáticos. No se trata de una comedia al uso, sino con un humor de guión e interpretación más que de “gags” (fragmentos humorísticos realizados con imágenes y -generalmente- sin palabras).
Su estética no es especialmente destacable (al menos técnicamente), pero le confiere al film un cierto naturalismo que facilita su credibilidad. A pesar de poder haber sacado un poco más de jugo al paisaje, la fotografía se centra más en las personas y en aquellos detalles que justifican sus acciones.
El elenco, por otra parte, responde muy bien a las necesidades de los personajes. Su protagonista es Paul Brannigan (Under the skin, Beyond), quien sin excesiva pena ni gloria, defiende bien a su personaje. Junto a él encontramos a Jasmin Riggins (en el papel de la ladrona Mo) en su única incursión cinematográfica y William Ruane (El viento que agita la cebada, Felices dieciséis), con papeles no muy destacables; y a un peculiar Gary Maitland (Felices dieciséis, Tickets) en el papel de Albert, quizás el mejor personaje de la historia y responsable de buena parte del aspecto cómico de la película.
En el apartado musical encontramos a George Fenton (Last Holiday, Hitch: especialista en ligues, Atrapado en el tiempo...), único a la hora de seleccionar los mejores temas de la historia reciente de la música y utilizarlos en los más diversos contextos de manera actual y emotiva; y, como era de esperar, “La parte de los ángeles” no es una excepción a su regla.
No es una película “diez” en ninguno de sus apartados, pero es el equilibrio en todos ellos, lo que hace que pudiéramos otorgarle una nota global de notable.
Una película que aúna un sencillo cine británico con tintes de humor y alguna que otra lección sobre la célebre bebida de malta.
La comenzará a ver por curiosidad, y le terminará enganchando con su historia.
Sobre este blog
El cine ha sido siempre una de mis pasiones, y como Historiadora del Arte lo
considero la suma y resultado de todas las artes conocidas. Actualmente escribo un
blog de crítica y artículos sobre el tema en algunos diarios digitales, con el objetivo
de acercar el cine en todas sus manifestaciones al público. Espero que disfrute
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