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El Cabildo trabaja para convertir a La Palma en la primera isla cardioprotegida

Reunión de Nieves Rosa Arroyo con los ayuntamientos.

La Palma Ahora

Santa Cruz de La Palma —

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El Cabildo aspira a convertir La Palma en la primera isla cardioprotegida de Canarias. Una iniciativa que ha puesto en marcha la consejera de Seguridad y Emergencias, Nieves Rosa Arroyo, con la finalidad de que la isla disponga, sobre todo en las zonas más aisladas, de desfibriladores, que cumplan con todos los requisitos que requiere la normativa aprobada por el Gobierno de Canarias y que estén disponibles para su utilización en el caso de que se produzca una situación de emergencia.

Para avanzar en este proyecto, la consejera se reunió con los representantes de los catorce municipios de La Palma, en el que dio a conocer un programa de información especializada sobre los desfibriladores, sobre los requerimientos legales y técnicos que representa contar con estos instrumentos que aumentan las posibilidades de supervivencia de las personas ante una parada cardiorrespiratoria.

Para ello, el Cabildo de La Palma ha habilitado una dirección electrónica a la que los ayuntamientos puedan dirigirse (cardioproteccion.lapalma@cablapalma.es) para recibir asesoramiento técnico e información sobre la gestión correcta de estos equipos que son vitales para salvar vidas humanas.

Arroyo puso el acento en la necesidad de que los desfibriladores estén dados de alta en la Comunidad Autónoma y localizados, de manera que se conozca su ubicación en el caso de que surja alguna emergencia. De hecho, el Cabildo dispone de una aplicación en la que están referenciados y se irán añadiendo a medida que se vayan contando con nuevos dispositivos. Deben estar, además, certificados por la Unión Europea, instalarse de modo visible, con la señalización correcta, y con el mantenimiento adecuado para que puedan funcionar en cuanto sea preciso.

“Un desfibrilador que no esté homologado, revisado, con el mantenimiento realizado y no esté localizado es como si no tuviéramos nada”, recalcó Nieves Rosa Arroyo, quien destacó además que se debe realizar la formación reglamentaria para su uso, tal y como lo recoge el decreto autonómico.

“Estamos hablando de algo tan importante como salvar vidas humanas, donde el papel del primer interviniente es fundamental para aumentar las posibilidades de supervivencia de las personas”, insistió la consejera, que puso el acento en la necesidad de hacer llegar esta instrumentación a los lugares más alejados de los recursos sanitarios.

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