Reponen el vallado de los grabados de Tamarahoya
Una relevante veta del valioso tesoro prehispánico de La Palma ha visto mejorada, con la restitución del cerco de protección, su conservación. El Cabildo, a través de su Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, ha concluido los trabajos de reposición de los vallados de las estaciones de grabados rupestres de Tamarahoya y Lomo Gordo, enclavados en el Pico Bejenado, en el municipio de El Paso.
La consejera del área, María Victoria Hernández, en un comunicado, señala que entre el año 2003 y 2005 el Cabildo Insular procedió al cerramiento de protección, y ahora, pasados los años, por diferentes motivos, especiadamente por fenómenos atmosféricos, parte del vallado quedó afectado debido a un fuerte temporal de viento. “Evidentemente el nuevo vallado aleja al visitante no deseado e irrespetuoso con el patrimonio histórico”, indica.
María Victoria Hernández apunta que en el caso de la estación de Lomo Gordo “los daños han sido mucho más recientes, de hace apenas unos meses, y consistieron en la sustracción de algunos paños metálicos del vallado que fueron cortados con una radial o segueta”.
Tamarahoya constituye la estación de petroglifos de mayor extensión de la isla de La Palma, tanto en lo que se al número de grabados, como a su extensión. Consta de 137 paneles que se distribuyen en tres grupos principales a lo largo de unos 200 metros longitudinales de los afloramientos rocosos que jalonan la parte superior de este lomo.
La temática es, fundamentalmente, de tipo geométrico, destacando los grupos de las espirales, círculos y semicírculos concéntricos meandriformes. La técnica de ejecución fue el picado de diferente anchura y profundidad. A estos motivos característicos de la arqueología palmera han de añadirse otros más sencillos realizados mediante la incisión.
Por ello, dijo, “ante el evidente riesgo que supone para la integridad de los petroglifos la rotura del vallado, la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma ha decidido reponer el mismo, así como restaurar los muros del cerramiento que habían sufrido desperfectos por el paso del tiempo”.
La estación de grabados rupestres del Lomo de Tamarahoya, junto a la fuente de aguas medicinales del mismo nombre, fue descubierta por el doctor Mauro Hernández Pérez durante la realización de su Tesis Doctoral a mediados de la década de los 70 del siglo pasado. Posteriormente, entre 1986 y 1991 se completó su estudio durante el proyecto del Inventario Etnográfico y Arqueológico del Parque y Preparque de la Caldera de Taburiente, dirigido por el doctor Felipe Jorge Pais Pais.