Las Angustias corrió con furia

Los intensos aguaceros registrados en la comarca oeste de La Palma hicieron que las innumerables torrenteras, quebradas y profundas gargantas que nacen en La Caldera de Taburiente corriesen con furia y, al confluir todas en el cauce del barranco de Las Angustias, la cuenca más caudalosa de Canarias, después de meses de sequía, mostrase su estampa más brava y espectacular.

El lecho acogió durante unas horas a un impetuoso río de aguas tormentosas como muestra en las impresionantes imágenes captadas por Óscar Rodríguez (ver Galeria de fotos Río de aguas tormentosa).

La tormenta ha provocado daños en los cultivos, especialmente en las medianías y las plantaciones de plataneras, aunque también ha inyectado un valioso caudal a las reservas hídricas de la Isla. Ahora empieza el recuento, pero ver el agua entrar en las balsas y en los acuíferos no tiene precio.

La crisis ha hecho que en La Palma la agricultura de subsistencia esté floreciendo de nuevo y, precisamente, las pequeñas huertas que se han vuelto a plantar con el fin de cosechar lo necesario para el consumo familiar, en muchas zonas, se han visto prácticamente arrasadas por el viento. Esperemos que el fluido recogido por la tierra compense los zarpazos del temporal y los nateros nutran debidamente, en poco tiempo, la despensa de esos hogares que ya sufren los estragos de la miserable tempestad financiera y el nefasto turbión de los bancos malos.