Días calenturientos, nos tocan vivir...
En Tenerife, el incendio continúa quemando pinar, monteverde y todo lo que arde...
Los incendios, como los volcanes, siempre vuelven...
Los volcanes dependen de la Naturaleza y nada podemos hacer para evitarlos...
En relación con los incendios sí que podemos hacer mucho, pero ni queremos, ni podemos... y cada vez menos.
Tropezamos con una población urbanita que le gusta el campo para vivir, pasear los fines de semana, andar a caballo, en bicicleta, en moto o en 4×4... Hasta ahí llegamos, pero en absoluto busca el campo para cultivarlo, limpiarlo, y mantenerlo como antaño. Eso, primero es duro, segundo se ha perdido la cultura, tercero muy mal pagado, cuarto desamparado por el sistema capitalista-populista que nos rige... y que todos, consciente o inconscientemente, avalamos o nos beneficiamos de él...
Hemos hecho leyes que no sirven sino para alimentar la burocracia y complicar la vida a los cuatro campesinos de verdad... muchas veces porque son aplicadas por inexpertos o expertos pero sin sentido común...
Hay quien se queja, de que no se puede coger pinocha, pasto para el ganado, monte para hacer estiércol, etc...
¡Pero hombre!, si el problema es que nos hemos quedado sin ganado ni gente que quiera criarlo y cuidarlo, para vivir honesta y dignamente de ello... Si las últimas vacas o toros (si es que aquellas piltrafas esqueléticas se pueden llamar así) que vi en Mazo, las vi maltratadas en una situación lastimosa con el fango que les llegaba a la barriga... Cuando pregunté quién era el dueño de aquel crimen, me encontré que era de un amigo que vive de todo menos del campo...
Y no es el único caso, cerca de la Montaña de La Breña vi algo parecido, hace algo más de tiempo...
El sector agropecuario extensivo, en Canarias nos lo hemos cargado con las importaciones subvencionadas, que valen para el enriquecimiento de unos pocos y el aburrimiento o ruina del resto.
Y esto, aquí, no lo arreglan, ni los chinos... en China, no sé.
El abandono del campo, conjugado con el aumento de construcciones rurales (legales, ilegales o alegales) rodeadas de matorrales o “maleza” (hinojales, zarzales, jediondos, helechera, rabo-gato, monte bajo que se ha recuperado, etc.), como pasa en todas las medianías insulares -Mazo no es una excepción- constituyen un polvorín, que antes o después arderá catastróficamente.
El incendio del Valle de Aridane el año pasado fue un pequeño ensayo, para lo que puede ocurrir en la comarca de Las Breñas-Mazo, donde la biomasa de material combustible es 10 veces superior.
Lo peor, es que no somos conscientes de ello, y sólo nos quejamos de porque no hay más aviones, helicópteros, motobombas y cuadrillas con 4x4... a veces con personal que no han cogido una guataca ni un machete en su vida... Y la culpa la tienen cuatro ecologistas (digo cuatro, porque no son en realidad muchos más, por mucho que vociferen) que no dejan entrar las cabras al monte y quieren eliminar el arruí (en el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente) o los muflones en el del Teide...
Por favor, seamos serios…
... que algunos plantamos tabaco, papas o plátanos y criamos vacas en La Ratona...
Conocemos el campo y, también por suerte o desgracia, a muchos que hablan, legislan y gobiernan el campo sin conocerlo, o peor, conociéndolo lo instrumentalizan para sus tejemanejes político-económicos...
Bueno, ya por hoy está bien de “prédica”... Menos mal que no me puede cesar como portavoz...
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