Los acróbatas maravillan con sus contorsiones y cabriolas
La Danza de Acróbatas de las Fiestas Lustrales ha vuelto a maravillar con sus contorsiones y cabriolas. Los miembros de la singular coreografía de gimnásticos ejercicios han asombrado, una vez más, con sus tradicionales piruetas, proezas y habilidades, realizadas en las diferentes actuaciones ofrecidas este martes de la Semana Grande de la Bajada de la Virgen de las Nieves.
Comenzaron con la tradicional presentación en el patio del Hospital de Dolores a las 17:30 horas. Posteriormente llevaron a cabo tres funciones en la Plaza de Santo Domingo, en lugar de las dos previstas, ante el numeroso público que esperaba para presenciar el número, retrasándose la actuación de la Calle Real. Prosiguieron funciones en O’Daly-esquina callejón de Lemus, Apurón, Plaza de España, Avenida de El Puente, Plaza de San Francisco y Plaza de La Alameda.
Olvidada en la cita lustral desde su última actuación en 1975, se recuerda desde el Patronato de Las Fiestas Lustrales, en la edición de 2005 volvió “su encantadora coreografía a inundar las calles de Santa Cruz de La Palma. Niños y jóvenes de entre unos 6 y 18 años aproximadamente comparten la grandeza del escenario urbano de la capital insular para insinuar a los espectadores, aglomerados en las aceras, la deslumbrante destreza de su epopeya acrobática, de su poética danza, al calor de la omnipresente melodía chispeante que interpreta la Banda Municipal de Música San Miguel”.
La contorsión no tiene límites y el redoble de la caja de guerra anuncia el momento más emocionante: en la doble escalera se despliegan brazos y piernas formando una figura casi imposible, una proeza que pone en juego las largas semanas de ensayo que preceden al estreno. Es de noche y la ruta marcada por la señorial calle Real deja paso a los valientes e intrépidos... La magia del circo ha vuelto a sorprendernos.
