El Drago: crimen sin castigo (RIP)

19 de julio de 2025 19:20 h

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El bicentenario ejemplar  desmochado de 'El Drago' (Breña Baja). Foto: PLPP

¡Terrible barbaridad

ver el drago desmochado,

por la sierra cercenado

menospreciando su edad!

¡Penosa calamidad

difícil de comprender,

pues es preciso tener

mucha falta de hidalguía,

para no buscar la vía

de quererlo proteger!

Jócamo, 19.VII.2025

Nota: “El Drago”, pago del municipio de Breña Baja (La Palma), ha perdido su principal seña de identidad: el último drago (Dracaena draco) histórico que acreditaba el nombre de la localidad ha sido desmochado por mor de la barbarie y la sinrazón humana. Hemos guillotinado el drago, pero el nombre perdurará en la historia de la toponimia insular, como epitafio y vergüenza para un municipio (¡y para una isla!) que no ha sabido estar a la altura de sus antepasados que, con necesidades más perentorias que las actuales, sí supieron valorarlo y respetarlo.

Sinceramente siento más pena que rabia o dolor. En el caso de Breña Baja, además, llueve sobre mojado, por más rara que sea la lluvia. Hace décadas, recuerdo se cometió un crimen similar con el emblemático barbusano (Persea barbujana) de la Finca Amado, cuando con un mínimo de sensibilidad urbanística se podría haber salvado. Más reciente ha sido la masacre alevosa del frondoso laurel de Indias (Ficus microcarpa) de Vista Bella, del que se culpa a los colindantes, pero se ignora la mano ejecutoria.

En esta ocasión, sin que sirva de consuelo, cabe destacar que al menos se ha actuado con “luz y taquígrafos”, pues según versión personal del dueño de la finca así puede acreditarlo frente a la autoridad competente en la materia: “Es evidente que una cosa así no la iba a hacer sin tener el permiso 'por escrito’ del Cabildo Insular y de haber informado con antelación al Ayuntamiento, que no puso reparos en la tala del drago”, me dijo.

No culpo al agricultor, al que simplemente dije “valía más el drago que el celemín de plátanos; usted ha pagado al verdugo, pero quienes lo condenaron fueron los políticos y técnicos que autorizaron el crimen o, como Pilatos, se lavaron las manos”. ¡Qué habrán opinado los sesudos órganos asesores de la ¿vigente? Reserva de la Biosfera de La Palma ¡Vergonzoso!

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