La portada de mañana
Acceder
Feijóo se alinea con la ultra Meloni y su discurso de la inmigración como problema
Israel anuncia una “nueva fase” de la guerra en Líbano y crece el temor a una escalada
Opinión - Junts, el bolsillo y la patria. Por Neus Tomàs

¿Cómo estamos gestionando la epidemia?

Santa Cruz de La Palma

0

Lo estamos haciendo ahora mismo como los suecos, pero sin ser suecos. Me explico. Suecia desde el principio decidió no hacer un confinamiento duro. Los suecos han mantenido distancia social, reducido sus contactos sociales, no usar transporte público, teletrabajar todo lo posible, etc. pero no han cerrado escuelas, negocios, etc. Su porcentaje de muertos frente a su población (son “pocos” los suecos, unos diez millones) es mucho más alto que la de sus vecinos nórdicos. Y a pesar de “proteger” las residencias y a los mayores han muerto muchos, demasiados creo. Su opción fue correr una maratón larga, muy larga. No lo han hecho por “salvar” su economía y no la han salvado; se ha contraído. Tampoco por alcanzar la inmunidad comunitaria, no lo han logrado.

La gráfica de su situación de contagios actual es la figura 1. Como ven, la epidemia en Suecia está ahora mismo contenida, no crece (mirar el eje vertical). A la espera de lo que suceda en el otoño con la temida llegada de la segunda ola.

Pues bien, nosotros, España, está haciendo lo mismo ahora, pero NO somos suecos. Nosotros somos una sociedad “muy social” en la que la distancia no va con nosotros. Tampoco somos de hacer colas, de respetar filas, de aguardar turno… No somos suecos. Y nuestra gráfica actual es la figura 2. Como ven, vamos poco a poco a subiendo en contagios. No como en marzo, pero sí de forma constante. Y preocupa esta curva y preocupa mucho porque está bordeando el crecimiento exponencial otra vez.

¿Podríamos mantener un “nivel basal” de contagios, un número de contagios que no crezca? ¿Qué podemos hacer para no volver a marzo? Hacer como Corea. Me explico. No podemos volver a confinarnos, si lo hacemos el país se va al carajo en lo económico. No podemos volver a confinar a los sanos. Se trata de hacer test y aislar a los que den positivo no se trata de confinar a los negativos. Para lograr que la curva no vuelva a subir necesitamos “rastreadores”, muchos rastreadores por teléfono, rastreadores que recorran las calles y busquen y testen a todos los contactos de un positivos para hacerle el test y aislarlo si da positivo. Y hacerlo sin descanso como hacen los coreanos que han doblegado la curva y no la dejan subir sin cerrar sus comercios, transporte y escuelas. Esto lo ven en la figura 3.

Para hacer un rastreo eficaz ayudaría mucho la App que se está poniendo prueba en La Gomera porque automatizaría parte del rastreo y facilitaría las localizaciones cuando los contagios sean numerosos (recuerden que, a partir de 1000 diarios en una región, y suponiendo un mínimo de 12 contactos diarios, no es posible seguir la pista del contagio y la epidemia se vuelve de transmisión comunitaria como ocurre ahora en Cataluña, Aragón y partes de Navarra).

Hacen falta rastreadores, muchos, disponibles ya y que dediquen todo su tiempo al rastreo.

Pues resulta que YA tenemos una institución disponible y que lo podría hacer bien e inmediatamente. Además, me consta que quieren hacerlo.

¿Saben que institución es? El Ejército. De hecho, la UME está preparada y esperando que los autoricen.

¿Vamos a desperdiciar otra vez, como se hizo con la “operación” Balmis (la del estudio serológico masivo) que en lugar de durar dos semanas duró dos meses por la estupidez de algunos de nuestros gobernantes de los múltiples gobiernos?

También necesitamos hacer muchos, muchos, test. Constantemente. Es mucho más importante el número de test que se hagan que la sensibilidad de los mismos. Es pura estadística. Y desechar esta necesidad indicando que son caros o que son poco precisos ya no tiene sentido hoy 28 de julio, porque ni son ya caros (test de antígenos por un euro) y son precisos (los de antígeno casi tanto como una PCR). 

Y donde habría que estar haciendo test a todos es en aeropuertos y puertos, test de antígenos a todos. Es la única manera de garantizar que, por un lado, el destino es seguro, y por otro que no se nos dispara exponencialmente la curva de nuevo. 

Espero que esta vez impere el sentido común en nuestros gobernantes. La situación lo requiere. 

Una mezcla de modelo sueco y modelo coreano no vendría muy pero que muy bien.

Etiquetas
stats