Pimientos de Padrón (Capsicum annum hort.)

En la vega de Padrón

al borde del río Ulla

los monjes sin hacer bulla

se asentaron en Herbón.

Cultivaron pimentón

que de América trajeron;

con el tiempo descubrieron

algunos que no picaban,

que con sal los sazonaban

y fritos se los comieron.

Jócamo, 6.VII.2024

NOTA: En el siglo XVI monjes franciscanos regresados de América se asentaron en Herbón, en la parroquia de Padrón (La Coruña) en la vega del río Ulla, que desemboca en la ría de Arosa.

Del continente americano trajeron, entre otras especies exóticas, semillas de pimiento (Capsicum annum) que cultivaron en sus tradicionales huertos monacales.

Entre las múltiples variedades de la especie se encuentra la denominada “pimiento de Padrón” cultivada tanto a cielo abierto como en invernadero en distintos puntos de España, aunque la genuina de la zona está registrada con denominación de origen protegida como “pimiento de Herbón”.

Son pimientos relativamente pequeños, fusiformes, verdosos, entre 5 y 8 cm de tamaño, que tienen la peculiaridad de poseer un sabor suave y aromático en su mayoría, aunque un porcentaje (10-25%) suelen ser picantes, lo que supone una incógnita atractiva a la hora de consumirlos, al no ofrecer pistas diferenciales hasta que sorprenden las papilas gustativas en la boca. Así lo sentencia el sabio refrán popular: “Coma pimientos de Padrón; unos pican y otros no”.

Aunque pueden ingerirse crudos, lo habitual es consumirlos asados a la plancha o fritos en aceite de oliva, generosamente sazonados con sal gorda.