Propuesta para salvar las casas tradicionales de La Palma: empleo y vida para hacer la isla más bonita
Debería hacerse en todas las islas, aunque la prioridad está ahora en La Palma, cuya catástrofe social requiere mucha seriedad e inteligencia a la hora de plantear soluciones para los que perdieron sus casas por el volcán. El peligro es también el planteamiento político actual, pues ni siquiera mencionan esta posibilidad de rehabilitar las innumerables casas de arquitectura tradicional canaria que hay, abandonadas totalmente (falta de previsión), por toda la isla. El peligro es precisamente la llegada de millones de euros públicos en ayudas, y que, desgraciadamente, temo que sólo sean para casas de madera temporales y, mucho peor todavía, para los negocios de la construcción, especulación de cemento y bloques que harán que La Palma pierda y desvirtúe todavía más su paisaje, haciéndola feíta, en vez de más bonita.
Se sabe, hay muchísimas casas en La Palma (y en todas las islas) que están vacías, sin uso, y que no sólo forman parte del paisaje isleño, sino que lo engrandecen, precisamente porque son de auténtica y antigua arquitectura tradicional canaria. Sin ellas, las islas no son tan bonitas. Y además, son estas casas con las que sueñan no sólo canarios, sino también extranjeros y turistas. Así que, no sólo es también turismo, sino imagen que damos tanto a los que vivimos aquí, como a los que vienen y vuelven a sus países, llevándose consigo las lamentables imágenes de unas islas llenas de casas antiguas tradicionales abandonadas y en ruinas (no sólo terreras, sino también grandes casonas en lamentable estado).
La Palma no sólo es bonita por su naturaleza, sino también por sus casas tradicionales, enorme patrimonio histórico que se está perdiendo ante la falta de voluntad y completa desidia de unas administraciones que ni las mencionan y que ni siquiera conservan a las que dieron el político titulín BIC, pues permiten que sigan empeorando. Incluso se amparan en su trabajo no resuelto de décadas, que usan como excusa para seguir sin hacer nada: no han hecho inventario de cuántas y cómo están, no saben ni quiénes ni dónde están los dueños, no han solucionado problemas de herencias, no dan ayudas de conservación para dueños sin recursos, no obligan de algún modo a los dueños que sí tienen recursos más que suficientes pero ninguna intención de conservarlas, etc… El resultado, y lo saben, es la ruina, derribo y desaparición de miles de casas tradicionales. Y ello perjudica, sin duda ninguna, al patrimonio, al paisaje, la imagen, el turismo, la historia y cultura de Canarias.
Por ello, esta propuesta debería ser totalmente viable y además urgente, de ahora mismo, pues el peligro es inminente. Incluso generaría empleo inmediato a muchísima gente que además perdió su trabajo. Sólo haría falta un sencillo cursillo o charla de 2-3 días, sobre todo para diferenciar la construcción con cemento y bloques, para la formación específica de casas tradicionales antiguas con el debido rigor patrimonial con el que deberían rehabilitarse, el uso de los materiales y el aspecto añejo y tradicional que deberían tener (para no permitir fallos graves y muy habituales como las esquinas afiladas en vez de sinuosas, las paredes lisas con llana en vez de trabajar con las manos y respetar las rugosidades originales de las paredes, rechazar el falso histórico, así como las vetas de las carpinterías que suelen tapar con barniz, huir del almendrado y efecto dálmata, informar del uso de la cal y de los colores tradicionales que deberían usar y los que no, etc…).
Debería iniciarse, por parte de las Administraciones públicas, un proceso urgente de intermediación entre los dueños de las casas tradicionales sin uso y las personas que han perdido su casa por el volcán.
Asimismo, en este proceso que ahora vive la isla, esta propuesta debería contar con facilidades administrativas, sin impuestos en la rehabilitación y con una subvención añadida a las ayudas económicas que recibirán los damnificados por la erupción del volcán, para facilitarles todo el proceso.
Si hubiera que añadir a las casas tradicionales un baño o una cocina, por ejemplo, que sea sin transformar, acorde con la arquitectura tradicional y con el reseñado rigor patrimonial, para evitar disparates arquitectónicos que siguen siendo lamentablemente habituales y además permitidos por las administraciones.
Las casas tradicionales podrían comprarse o alquilarse, promoviendo un sano y necesario diálogo positivo y solidario entre dueños, Administraciones y personas que perdieron sus casas, teniendo en cuenta la catástrofe social actual.
Así, las personas damnificadas usarían la indemnización o ayuda estipulada, más un ayuda extra por rehabilitar una casa tradicional canaria, y que las administraciones les pusieran el agua y la luz sin problemas.
En resumen, voluntad política urgente para que haya una confluencia de ayudas por parte de las administraciones, añadiendo esta propuesta para ayudar a los que perdieron su casa, poniéndolos en contacto con los dueños y facilitando que la compra, alquiler, rehabilitación y demás asuntos sean posibles y de forma rápida y fácil.
Además, las muchísimas casas tradicionales abandonadas ya están ahí, no se perdería más espacio, y el entorno rural es más acorde con el modo de vida que tenía la mayoría, a los que se debería de ofrecer esta posibilidad, con ayudas y facilidades como incentivo por salvar una casa tradicional canaria.
También es de interés general salvar el abandonado patrimonio de casas tradicionales que harán que la isla de La Palma sea más bonita.
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