La sinrazón de Tajogaite
Desde el pico Bejenado,
tras la penosa subida,
con la promesa cumplida
oteo el Valle quemado.
Miro al Volcán apagado
y vuelve a mi pensamiento
el terrible sufrimiento
que a los valleros causó:
¡a su vida les cambió,
sin razón ni fundamento!
Jócamo, 29.XII.2021.
Nota: Las preguntas sin respuesta son, casi siempre, las más duras para quienes se las plantean.
Suelen ser trascendentes y motivadas por crisis espirituales o materiales, que afectan a valores relacionados con la salud, el amor, la economía o la religión. Quién no recuerda el sonsonete de la canción “Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor”, para remachar con las “gracias a Dios”.
Esa es una de las causas de mayor desazón de los habitantes del Valle de Aridane (valleros):
- ¿Qué he hecho yo, Dios, para merecer esto?
- Puto volcán; ¿por qué saliste ahí y no en otro sitio?
- ¿Qué culpa tienen los muertos del cementerio, para venir a removerlos?
- ¿Volverá pronto otro volcán igual a robarnos el sudor de la reconstrucción?
Las respuestas hay que buscarlas en el canto de las grajas, que rondan el Bejenado.
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