Todos los caminos conducen a Las Cruces
Breña Alta, Breña Baja, Mazo y Santa Cruz de La Palma, tras un trabajo laborioso de cientos de vecinos, se han convertido este viernes en una inmensa sala de exposiciones al aire libre sembrada de arte popular. En esta jornada, en el marco del anual reencuentro con las tradiciones que cada ejercicio tiene lugar en estas fechas, todos los caminos conducen a Las Cruces y miles de personas peregrinan por carreteras y veredas este Tres de Mayo para visitar y admirar varias decenas de altares efímeros enramados y adornados para la ocasión.
La devoción de los palmeros al santo madero, según cuenta María Victoria Hernández, investigadora y actual consejera de Patrimonio Histórico del Cabildo en uno de sus libros, “está muy arraigada en la tradición popular y con el curso de los siglos ha ido en aumento”. No en vano, subraya, la Isla “cuenta con tres reliquias o Lignus Crucis del santo madero del Gólgota”. Precisa que “en la iglesia de San Francisco de Santa Cruz de La Palma se conserva una de estas reliquias, donada el 6 de septiembre de 1933 por el Hermano de la Orden Tercera Rafael de la Barreda y Díaz junto con la documentación que la acredita por auténtica, expedida en Roma el 4 de abril de 1778”. La segunda se conserva en el Real Santuario de de Nuestra Señora de las Nieves. Fue donada en 1915 por la familia Morales González. En Breña Alta se conserva la tercera. Fue traída a esta parroquia por el sacerdote catalán Pelegrín Pascual y Mercader, recordado cura del núcleo urbano de San Pedro donde ejerció su ministerio durante unos18 años.
En Santa Cruz de La Palma, en la Fiesta de la Cruz, también se conmemora la fundación de la ciudad el 3 de mayo de 1493 y su onomástica, indica María Victoria Hernández. Es decir, este viernes ha cumplido 520 años.
En la capital, especialmente en las calles de El Tanque, A. Rodríguez López, Morales, Jandía, Jameo y parte de la de Baltasar Martín, así como el callejón de Guanil, ha enraizado igualmente la costumbre de los mayos en la que, los vecinos, con grotescos muñecos, representan distintos temas y actitudes.
