Los escritores invitados al IV Festival Hispanoamericano de Escritores se solidarizan con La Palma por la erupción volcánica
El volcán ha estallado en nuestros ojos. La Isla de la Palma y, en concreto, la hermosa ladera de Los Llanos de de Aridane ha sido la casa del Festival Hispanoamericano de Escritores, un extraordinario lugar de encuentro para todos los escritores que hemos participado en él durante los últimos cuatro años; incluido 2021, con el que no hemos podido más que soñar, pues no se ha podido celebrar.
Hemos visto cómo el fuego se abría en lo alto de esas laderas y cómo la lava se ha ido desbordando sobre la tierra sepultando cultivos y casas, el verdor y la alegría de ese lugar del mundo y de tanta gente que ha compartido su casa con los escritores que nos hemos ido reuniendo desde múltiples puntos de España y de América.
Es difícil explicar la hospitalidad de los Llanos de Aridane: una hospitalidad tintada en las piedras de las plazas, en la fronda de las plataneras, en la mirada y en la sonrisa de tantas personas que nos llevan acogiendo estos años: gente de las instituciones, de los hoteles y restaurantes, gente que organiza y trabaja y celebra, gente que llena las plazas con libros, que asiste a las charlas y conversa y comparte sus días con los visitantes.
Ahora todas estas personas se ven amenazadas y golpeadas por un titán indomable, que, entre todas las casas que ha engullido, ha sepultado también la de colaboradores tan necesarios del Festival Hispanoamericano de Escritores. Es imposible no entender que esto que está pasando nos concierne, que la lava se arrastra también sobre el eco de nuestros pasos en la isla, y que tenemos que unir nuestras voces para clamar nuestra solidaridad con La Palma y los isleños que están sufriendo el volcán.
Les damos las gracias una vez más, les declaramos nuestra cercanía desde cada ciudad o pueblo donde vivimos, y nos comprometemos a darles voz a través de esta carta, desde una orilla a otra del español y atravesando el territorio múltiple de nuestra literatura. Antes y después del volcán, La Palma tiene nuestra palabra.
Héctor Abad Faciolince, María José Alemán, Jonathan Allen, Nuria Amat, Fernando Aramburu, Yolanda Arencibia, J. J. Armas Marcelo, José Balza, Nuria Barrios, Gioconda Belli, Rosa Beltrán, Jorge Eduardo Benavides, Esther Bendahan, Rodrigo Blanco Calderón, Carmen Boullosa, Roberto A. Cabrera, Iván Cabrera Cartaya, Martín Caparrós, Yolanda Castaño, Gonzalo Celorio, Andrea Chapela, Bernardo Chevilly, Juan Carlos Chirinos, José Luis Correa, Valeria Correa Fiz, Juan Cruz, Alonso Cueto, Patrick Deville, Cecilia Domínguez Luis, Christopher Domínguez Michael, María Dueñas, José Esteban, José Manuel Fajardo, Pedro Flores, Carlos Franz, Rubén Gallo, Ana García Bergua, Mateo García Elizondo, Eduardo García Rojas, Olvido García Valdés, Santiago Gil, Lucía Rosa González, Emilio González Déniz, Manuel Gutiérrez Aragón, Ricardo Hernández Bravo, Blanca Hernández Quintana, Jorge F. Hernández, Teresa Iturriaga Osa, Antonio Jiménez Paz, Hernán Lara Zavala, Mónica Lavín, Jean-Marie Gustave Le Clézio, Fernando Javier León Rodríguez, Alicia Llarena, Antonio López Ortega, Elsa López, Marcelo Luján, Aurelio Major, Fátima Martín Rodríguez, Pedro Ángel Martín Rodríguez, Nicolás Melini, Juan Carlos Méndez Guédez, Élmer Mendoza, Ricardo Menéndez Salmón, Bruno Mesa, Valerie Miles, Mayra Montero, Daniel Mordzinski, Miriam Moscona, Antonio Ortuño, Francisco Javier Pérez, Ernesto Pérez Zúñiga, Carmen Posadas, Sergio Ramírez, Alexis Ravelo, Carme Riera, Blanca Riestra, Marta Robles, Anelio Rodríguez Concepción, Ana Rossetti, Alberto Ruy-Sánchez, Alba Sabina Pérez, Andrés Sánchez Robayna, Carlos Santos Gurriarán, Enrique Serna, Federico J. Silva, Ernesto Suárez, Karla Suárez, Tina Suárez Rojas, Vasco Szinetar, Ryukichi Terao, David Toscana y Socorro Venegas.
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