“La Palma se resistió al golpe de Estado del 36 y sufrió una fuerte represión”

En la imagen, montaje fotografíco de desaparecidos y sus familiares en la Casa Salazar. Foto: LUZ RODRÍGUEZ

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

La Palma, en el alzamiento militar de 1936, “se resistió al golpe de Estado y sufrió una fuerte represión”, según ha recordado a LA PALMA AHORA el investigador Alfredo Mederos (Breña Baja, 1934), profesor emérito de la Universidad de La Laguna, que el próximo 30 de enero, a las 19.30 horas, participará en la Casa Salazar de Santa Cruz de la capital en la mesa redonda ‘Memoria y justicia. Represión franquista en La Palma’ que se celebra en el marco de las Jornadas de Memoria Histórica organizadas por el Gobierno de Canarias, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de La Palma, la Universidad de La Laguna, la Fundación Negrín, el Aula Cultural José Carlos Schwartz Hernández y el Cabildo de La Palma. “La Isla, en cuanto a resistencia al golpe de Estado, tiene elevado el pabellón de defensa de la democracia y de la República”, aseguró.

Mederos, autor de varios libros sobre la Guerra Civil y la represión franquista en Canarias, considera que las Jornadas de Memoria Histórica “sirven para recordar a aquellas personas que tuvieron la desgracia de sufrir la represión franquista que sobrevino tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, después de la llegada al puerto de Santa Cruz de La Palma, procedente de Gran Canaria, del cañonero Canalejas”. “Memoria es recordar a aquellas personas que sufrieron la represión y a sus familiares; el régimen que se impuso las demonizó y las sacrificó y sus familiares fueron perseguidos durante casi 40 años de dictadura, creándose un ambiente de temor, todo lo contrario de lo que es una democracia y un ambiente civilizado; menos mal que esta situación ha cambiado”, ha señalado. “No se olvide que en el golpe del 18 de julio La Palma se mantuvo fiel a la República y sus gobernantes lo eran de un gobierno elegido democráticamente, un gobierno pluralista desde el punto de vista de partidos políticos y organizaciones sindicales, y eso suponía que el que ganaba las elecciones gobernaba y el que no, iba a la oposición; era un sistema democrático”. Sin embargo, prosigue Alfredo Mederos, “hubo un sector del país que no quiso aceptar esta normalidad democrática, dando un golpe de Estado, impulsado, además, en una Europa donde imperaba, con potencia, la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, que arroparon al general Franco, que dio el golpe con el apoyo de amplios sectores de la oligarquía política y económica de España, en desacuerdo con el gobierno de izquierdas que ganó las elecciones el 16 de febrero de 1936”.

El golpe de Estado, explica, “fracasó en amplias zonas del país, y entre ellas, en La Palma, y trataron de conquistar la Isla enviando el cañonero Canalejas desde Las Palmas de Gran Canaria con fuerzas militares y milicias falangistas; la represión fue fuerte, porque fue la isla que más resistió el golpe”, afirma. “Hubo resistencia en todas las islas, que abatieron con violencia, pero en La Palma la resistencia fue mayor -aunque no violenta- porque estaba muy consolidado el poder republicano y por eso enviaron las fuerzas militares y milicias falangistas para conquistar la Isla”, subraya. “La conquista no fue fácil; las autoridades republicanas, vista la desproporción de fuerzas, entregaron el poder en Santa Cruz de La Palma rápidamente y los invasores conquistaron, después de la capital, por la carretera hacia el sur, Mazo y Fuencaliente hasta el Valle de Aridane; pero el norte tiene una orografía muy difícil, y aquí costó bastante trabajo la conquista, muchas personas siguieron huyendo hacia los montes y terminaron escondiéndose en Garafía, y este municipio fue conquistado definitivamente después de haber sido enviadas fuerzas militares que desembarcaron por el norte de Garafía junto a otras que llegaron desde Los Sauces, Barlovento, Tijarafe, Puntagorda, que se dieron cita en Garafía para acabar la conquista de la Isla”, relata. “Cuando Santo Domingo fue ocupado, se acabó la resistencia republicana en Canarias”, apunta. “Resumiendo, La Palma fue la isla que más resistió el golpe de Estado del 36 y, como consecuencia, la que más represión sufrió”, dijo.

En La Palma, donde hay un registro de más de 50 desaparecidos durante la Guerra Civil, la represión franquista ha sido un tabú. En este sentido, el profesor Mederos recuerda que “hace diez años, en la Casa Salazar, presenté mi libro ‘República y represión franquista en La Palma’, un acto al que asistieron muchísimas personas, pero todavía había temor a que se celebraran homenajes de recuerdo y justicia a los desaparecidos; la presentación de mi obra fue una gran conmoción en Santa Cruz de La Palma y eso contribuyó a que la gente fuera perdiendo el miedo”.

La Casa de Salazar acoge hasta el próximo 11 de febrero, en el marco de las Jornadas de Memoria Histórica, la exposición colectiva ‘Memoria de contrabando“ con la que se pretende ”abordar los acontecimientos y secuelas de la represión durante la Guerra Civil, la Dictadura y la Transición, en y desde las islas, a través de la mirada de artistas de diferentes generaciones“, explican los organizadores. ”Proponemos el ejercicio de recordar para reescribir la historia oficial, alejándose del perfil historicista para acercarnos desde una sensibilidad artística“, precisan. La exposición, resaltan, ”es una herramienta para generar memoria, invitando a la sociedad canaria a sensibilizarse con hechos de la historia reciente, injustamente relegados al olvido; si consideramos que el olvido de la represión forma también parte de la represión, el testigo de la memoria se revela como una necesidad transferible de generación en generación“.

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