La naturaleza brota con fuerza sobre las cenizas del último incendio forestal en La Palma
La naturaleza, como el ave Fénix, ha brotado con deslumbrante fuerza sobre las cenizas del incendio forestal del pasado verano en el noroeste de La Palma. En la actualidad, algunas zonas de los montes de Puntagorda, Tijarafe y La Caldera de Taburiente, en el término de El Paso, que fueron pasto de las devastadoras llamas, han sido cubiertas por un exuberante tapiz de flores.
Este es el caso de la zona quemada en el barranco de La Barranda, en el margen izquierdo orientado al norte, a unos 1.800 metros de altitud, comenta Ángel Palomares, director-conservador del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente. En este enclave, unas manchas de morgallón (Ranunculus cortusifolius) alfombran el entorno.
El cortafuego del Reventón de Puntagorda, este domingo, también lucía de forma espectacular, al igual que el barranco de La Tranza (Tijarafe), en su margen derecho, en la cota 1.975 metros, y en en barranco de La Caldereta, también en el municipio de Tijarafe, a 2.025 sobre el nivel del mar, al sur del cortafuego de La Tabladita, con manchones de salvia de cumbre (Nepeta teydea).
Asimismo, en el municipio de Puntagorda, en la parte alta del cortafuego del Reventón, los tajinastes rosados, en plena floración, también llaman la atención, especialmente un ejemplar raro de tres puntas.
El citado incendio forestal se inició el 15 de julio de 2023 en una zona de interfaz urbano forestal en el municipio de Puntagorda. En las siguientes jornadas avanzó hacia el sur y el este de la Isla y también afectó al municipio de Tijarafe y al Parque Nacional de La Caldera de Taburiente, en el término de El Paso.
La superficie final afectada fue de 3.310 hectáreas con un perímetro de 37,77 kilómetros (km,) entre la que se incluyen zonas pertenecientes a la Red Canaria de Espacios Protegidos y a la Red Natura 2000, con afección a zonas de especial conservación (ZEC) y zonas de especial protección para las aves (ZEPA).
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