Los robos continuos en fincas de La Palma frenan un proyecto de recuperación de cultivos tradicionales de secano

Una de las fincas de castaños de la empresa Vida Viva.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

La empresa Vida Viva Productos Alimenticios Ecológicos trabaja fincas propias en los municipios de Tijarafe y Garafía y en arrendamiento, cesión de uso y aparcería en El Paso, en las que cultiva manzanos, castaños y almendros. “La gestión la realizamos acorde a las pautas de producción ecológica y con técnicas de micosilvicultura para la producción de hongos comestibles”, ha explicado a este digital el responsable de cultivos de la empresa, Daniel Mentrel del Pozo, quien subraya que “el principal problema que tenemos, y que frena el avance del proyecto, es la gran cantidad de robos y daños por intrusos en los cultivos, que, además, no cuentan con ningún tipo de subvención o ayuda de la Administración para recuperarlos o mejorarlos”. A esta situación hay que sumar la acción de los arruís, que dañan principalmente los manzanos, y la falta de control en la comercialización de castañas. “Se producen oleadas de robos constantes, todos los días, con pérdidas muy grandes y daños en las fincas, y hemos denunciado al grupo ROCA de la Guardia Civil, pero parece que nadie tiene tiempo para proteger estos cultivos, al contrario de lo que ocurre con el aguacate”, se queja Mentrel.

“En La Palma no se declara prácticamente ninguna producción de castaña, sin embargo, cuando es la época, todo el mundo la vende, aunque de momento no hay presencia policial ni se monta ninguna operación para intentar controlar su venta ilegal”, asegura este agricultor. “En la Isla hay una demanda enorme de castaña debido a la tradición, y ni por asomo se cubre esa demanda en la época; las grandes superficies la traen de fuera pero es de menor calidad y a precios similares a los de comercialización local”, afirma, y agrega que “la local está más valorada por los consumidores y se paga mejor que la de fuera”.

El proyecto Micorrizas La Palma que impulsa la empresa Vida Viva Productos Alimenticios Ecológicos se centra “en la recuperación y revalorizacion de los cultivos tradicionales de secano y en mejorar estos cultivos con nuevas técnicas sostenibles, infraestructuras y maquinaria para un trabajo más óptimo y efectivo (nueva plantación de árboles, poda e injerto de almendros y castaños para el mantenimiento de variedades tradicionales y mejora de la producción, uso de máquinas para separar la castaña del erizo en el campo o una peladora de castaña en fresco)”, detalla.

Micorrizas La Palma apuesta por la recuperación de cultivos de secano tradicionales, la gestión forestal sostenible, la agricultura ecológica, la micosilvicultura y el micoturismo, la educación y sensibilización ambiental, el seguimiento y control de especies exóticas invasoras, la prevención de incendios forestales, la dinamización de la economía local, la recuperación del paisaje agrícola, el ecoturismo y la Inversión+Desarrollo (I+D).

Vida Viva Productos Alimenticios Ecológicos también ha comenzado a plantar perales, pistacho, caqui y nogal, y a realizar experimentos para “el cultivo controlado” de hongos como boletus edulis, morcella y cantharellus cibaruis.

“Ahora estamos construyendo un cuarto de transformación de productos agrícolas para el procesado de toda la fruta y verdura y su posterior venta en un local propio, así como su distribución en La Palma”, apunta Daniel Mentrel, y añade que “para algunos productos exclusivos hay clientes en otras islas, en la Península y en el extranjero”. A partir de junio o julio del próximo año tienen previsto sacar al mercado productos con certificación eco.

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