“Los aborígenes no tenían pericia marinera para llegar a Canarias desde el Norte de África”
La investigadora canaria Rosa Fregel, doctora en Biología por la Universidad de La Laguna (ULL), ha iniciado un proyecto de colaboración entre las dos universidades canarias y la Universidad de Stanford, en California, en la que actualmente se encuentra desarrollando su labor investigadora. Dentro de este proyecto de colaboración internacional se están recogiendo muestras arqueológicas de todas las islas con la intención de obtener genomas completos y compararlos con poblaciones modernas y antiguas del norte de África con la finalidad de obtener información sobre su origen y el proceso de colonización de las Islas.
Fregel ha impartido este viernes una conferencia en el Museo Benahoarita de Los Llanos de Aridane bajo el título Evidencias genéticas sobre el origen de los aborígenes canarios.
En una entrevista con La Palma Ahora, Rosa Fregel ha explicado que “cuando navegantes europeos descubrieron varios grupos de islas en el Océano Atlántico en el siglo XIII, las Islas Canarias fueron las únicas que se encontraron habitadas por una población indígena. El origen de los aborígenes de las Islas Canarias ha fascinado desde siempre, tanto al mundo científico como al público en general. Aunque los aborígenes de Canarias han sido el objeto de numerosas investigaciones arqueológicas, antropológicas, lingüísticas y genéticas que apuntan a un origen en el norte de África, aún no se ha alcanzado un acuerdo sobre el punto exacto de origen, ni sobre el modelo para la colonización aborigen de las Islas”.
Desde un punto de vista histórico, recuerda, “el origen geográfico de los aborígenes se ha intentado determinar tanto a partir de crónicas históricas, como del análisis de restos arqueológicos. Cuando los conquistadores europeos llegaron a las Islas Canarias, vieron que las islas estaban habitadas por poblaciones que hablaban dialectos distintos de lo que ellos identificaron como lengua bereber. También señalaron que los isleños no tenían conocimientos de navegación. Desde esos primeros contactos, el origen de la población aborigen se convirtió en un tema de especial atención en la literatura científica”. La mayoría de estudios arqueológicos y antropológicos, sostiene Fregel, “apuntan a un origen norteafricano para los aborígenes de Canarias, y más concretamente a un origen asociado al mundo bereber. Ciertos aspectos de la cultura de los aborígenes se han relacionados con poblaciones del noroeste de África, por ejemplo la forma en la que enterraban a sus muertos o el tipo de cerámica que usaban”. Además, dice, “los grabados rupestres que se conservan en diferentes islas del Archipiélago se han podido relacionar con el lenguaje líbico-bereber, aportando más evidencias sobre la relación de los aborígenes con los bereberes del norte de África”. Pero, subraya esta investigadora, “quizás lo más importante no sea de dónde vinieron, sino la forma en que llegaron a las islas, ya que en el momento de la conquista los aborígenes no tenían conocimientos sobre navegación. Hay evidencia de que los pueblos indígenas eran buenos nadadores y poseían algunos medios primitivos de navegación, pero no hay ninguna evidencia de que fuera un pueblo navegante, ni de que poseyeran la pericia marinera necesaria para llegar a las Islas desde el norte de África”.
En la Universidad de La Laguna se han realizado varios estudios genéticos con la intención de arrojar luz sobre el origen de los aborígenes canarios. “Uno de los tipos de ADN estudiados ha sido el ADN mitocondrial, una porción del material genético que se hereda de madres a hijos, y que determina los linajes maternos. Mediante el análisis genético de la población actual y antigua de Canarias utilizando ADN mitocondrial, se confirmó una vez más la relación de los aborígenes del Canarias con el norte de África y se determinó la supervivencia de linajes maternos aborígenes en la población actual”, explica. Otros estudios, añade, “basados en el cromosoma Y, una porción del ADN que se hereda de padres a hijos varones, evidenciaron de nuevo el origen norteafricano de los aborígenes, pero también la baja pervivencia de los linajes paternos aborígenes en la actualidad. Estos resultados indican que en la población actual canaria existe una marcada asimetría sexual en la pervivencia de los linajes aborígenes, probablemente debido a un mayor efecto negativo de la conquista y colonización sobre los varones. Estos estudios también han señalado algunos orígenes posibles para la población aborigen, incluyendo Marruecos, Túnez, Argelia o el Sáhara, pero no se ha llegado a un acuerdo”.
Rosa Fregel remarca que “aunque los estudios genéticos basados en ADN mitocondrial y cromosoma Y han sido de gran ayuda para determinar el origen y pervivencia de la población aborigen, sólo representan a una fracción muy pequeña del ADN total de un individuo”. Recientemente, señala, “se han desarrollado nuevas técnicas de análisis genético que son capaces de obtener información del todo el ADN de un individuo, o lo que es lo mismo, obtener su genoma completo. Estos estudios permiten determinar el origen geográfico de restos humanos, pero también conocer datos sobre su apariencia física (color de ojos o de la piel) e incluso su predisposición a ciertas enfermedades”.
Por esa razón, la investigadora canaria Rosa Fregel ha iniciado un proyecto de colaboración entre las dos universidades canarias y la Universidad de Stanford, en California, en la que actualmente se encuentra desarrollando su labor investigadora. Dentro de este proyecto de colaboración internacional se están recogiendo muestras arqueológicas de todas las islas, con la intención de aplicar estas metodologías genómicas a la cuestión del poblamiento aborigen canario. “Los objetivos de este proyecto son obtener genomas completos de muestras arqueológicas de cada una de las siete islas, y compararlos con poblaciones modernas y antiguas del norte de África, con la finalidad de obtener información sobre su origen y el proceso de colonización de las Islas”, concluye.