Así como hay traga-fuegos se podría decir que yo soy una devora-libros. Pequeños, grandes, para adultos, para niños, para reír, para llorar... Me da lo mismo, los engullo sin miramientos. Para mí, no hay nada mejor que un libro, una caja de galletas y horas libres, para rellenar con lectura.
TRAVESÍAS. CUENTOS PARA SOÑADORES.
El problema viene luego, cuando quieres recomendárselo a alguien, tal y como yo estoy haciendo en estos momentos -sentado delante del teclado del ordenador mientras las palabras van llenando un espacio en la pantalla- y lo único que se te viene a la cabeza, es algo tan poco original como “Este libro es genial y deben leerlo, sin dudarlo ni un segundo”.
Ya sé que el eslogan no es muy original, más bien todo lo contrario, pero, por una vez, la realidad supera al “jingle” publicitario de uso común cuando lo que se quiere es vender cualquier cosa, por “cuestionable” que ésta pueda llegar a ser.
Travesías. Cuentos para soñadores es, en el sentido más amplio de la palabra, un canto a la imaginación y a esa capacidad de ensoñación que muchos seres humanos se dejan por el camino durante la mal llamada madurez. Sus páginas están llenas de historias que, a priori, pueden parecer disparatadas, incluso absurdas, pero que en realidad están impregnadas de una ternura y de una sencillez que logra traspasar el papel en el que están impresas y termina por inundar el ambiente con esa magia que sólo es capaz de lograr una buena historia.
Poco importa que las palabras escritas por Julieta Martin Fuentes nos hablen de una naranja, una pérdida personal, el paso del tiempo, o del idilio entre un calcetín y unas braguitas de encaje, empeñados, éstos, en regresar al Reino del Gran Armario. La esencia que impregna cada una de las pequeñas narraciones que conforman este libro es capaz de seducir nuestra mente, mientras nuestros ojos se deleitan con las hermosas ilustraciones de Anu Jatu, perfecto contrapunto para la prosa desbordada de la escritora.
Anu Jatu, poseedora de un estilo personal, onírico en su desarrollo y cercano, en algunos pasajes del libro al expresionismo germano del pasado siglo- pero sin cargar las tintas, ni las sombras en demasía-, articula un discurso pictórico que nos envuelve mientras la prosa de Julieta Martin Fuentes nos mantiene en el estado de ensoñación necesario para lograr la seducción anteriormente comentada.
Pocas veces la suma de ambas disciplinas desemboca en una propuesta artística tan válida y recomendable como lo es Travesías y sólo por eso, en mundo cada vez más vulgar, chabacano y hueco, su lectura resulta tan refrescante y maravillosa.
Ahora es cuando les toca a ustedes, lectores de este artículo, juzgar por sí mismos y empezar a leer Travesías. Cuentos para soñadores. Si lo hacen, por muy olvidada que tengan la capacidad de soñar, les aseguro que no se arrepentirán.
© Eduardo Serradilla Sanchis, 2016
Travesías. Cuentos para soñadores
Julieta Martín Fuentes (textos) y Anu Jato (ilustraciones).
MERCURIO Editorial.
Páginas: 110 p.
ISBN: 978-84-944744-4-6
Precio: 10.40€
Sobre este blog
Así como hay traga-fuegos se podría decir que yo soy una devora-libros. Pequeños, grandes, para adultos, para niños, para reír, para llorar... Me da lo mismo, los engullo sin miramientos. Para mí, no hay nada mejor que un libro, una caja de galletas y horas libres, para rellenar con lectura.