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Migrantes con órdenes de devolución ‘caducadas’ son retenidos en el CIE de Gran Canaria para su expulsión

Imagen de archivo del traslado al CATE de Barranco Seco de un grupo de personas llegadas en patera al puerto de Arguineguín

Natalia G. Vargas

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La crisis del coronavirus convirtió a Canarias en 2020 en una prisión de la que las personas migrantes no podían salir. Las derivaciones a la Península eran imposibles y las deportaciones a los países de origen y de salida también. Aun así, las casi 30.000 personas que llegaron entonces por vía marítima a las Islas recibieron una orden de devolución al pisar tierra firme. Algunas de ellas, firmadas por abogados que no habían visto siquiera a sus clientes, que permanecían hacinados en el puerto de Arguineguín. Dos años después, cuando España ha retomado las expulsiones al Sáhara Occidental, el CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Gran Canaria retiene a decenas de personas con acuerdos de devolución “caducados”.

Babacar (nombre ficticio) llegó al puerto de Arguineguín el 14 de noviembre de 2020. Ese día fueron rescatadas por Salvamento Marítimo 162 personas de un cayuco y cuatro pateras en Gran Canaria. El joven senegalés, que tenía entonces 20 años, recibió una orden de devolución que no podía ejecutarse, porque las fronteras estaban cerradas. Meses después, en abril de 2021, un juez dio el primer golpe a la política de bloqueo del Ministerio del Interior sobre los migrantes en las Islas, y concluyó que podían viajar a otras comunidades autónomas con su pasaporte o su petición de asilo. A esto se sumó la agilización de las derivaciones a recursos de acogida de la Península por parte del Ministerio de Migraciones. 

El senegalés trató de rehacer su vida en España y comenzó a trabajar en Mallorca. Este año regresó a Canarias para buscar empleo en Tenerife, pero fue retenido por la Policía en el aeropuerto. Después, terminó internado en el CIE de Barranco Seco. Algo similar le ocurrió a Ali (nombre ficticio), también de Senegal, que llegó en cayuco al sur de Tenerife en octubre de 2020 con 170 personas más. Fue entonces cuando recibió su acuerdo de devolución, pero entró en Barranco Seco también este año. 

Desde que llegó, Ali ha trabajado en el campo y también como vendedor ambulante. “Yo estaba a punto de entrar en el avión cuando unos policías me pidieron los papeles y vieron que mis documentos no estaban completos todavía porque había tomado una patera para llegar a Europa”, cuenta. El abogado especializado en extranjería Daniel Arencibia, como su abogado particular, logró que fuera liberado de Barranco Seco recurriendo el acuerdo de 2020. 

“En los últimos meses venimos observando que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están deteniendo a muchos de estos ciudadanos extranjeros y solicitando su internamiento en ejecución de la orden de devolución, pero sin abrir expediente de expulsión”, apunta Arencibia. Desde el Ministerio del Interior aseguran que “todos los procedimientos de retorno cumplen estrictamente con la legalidad vigente”. 

El abogado añade que tanto la Audiencia Provincial de Las Palmas como la de Santa Cruz de Tenerife han indicado que esta práctica es “contraria al Derecho, anulando los internamientos dictados sin previo expediente de expulsión contra extranjeros detenidos en situación distinta a su llegada a frontera’’.

Las vías jurídicas que los abogados pueden emplear son la apelación contra el auto de internamiento o el recurso contencioso-administrativo contra la ejecución de órdenes de devolución fenecidas. En ambos casos, las defensas pueden solicitar la suspensión cautelar de la ejecución del acuerdo. 

“Si no puede ejecutarse la devolución en los plazos máximos de la detención preventiva y del internamiento [...] fenece la eficacia del acuerdo de devolución”, concluyó la Audiencia Provincial de Las Palmas en el Auto 269/2021 del 16 de abril de 2021. La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife se posicionó en el mismo sentido en un auto emitido el 8 de marzo de 2021. En este caso, el documento recoge que el acuerdo de devolución se firmó el 25 de octubre de 2020 y la solicitud, el 21 de enero de 2021, “transcurrido con creces el plazo de 72 horas que marca la norma y después de que el extranjero haya estado en libertad tras su detención para devolución”.

No solo en Canarias la Justicia se ha pronunciado sobre esto, sino que también lo ha hecho la Audiencia Provincial de Barcelona en al menos 17 autos. “El hecho de que la devolución no se materializó en su momento y transcurridos dos meses entendemos que lo procedente sería incoar un expediente de expulsión”, concluye en uno de ellos.

Tensiones en Barranco Seco

Esta semana, una veintena de personas han escapado del CIE de Barranco Seco. Un día después del fin del Ramadán, el grupo saltó los muros de esta antigua prisión franquista. Según la Delegación del Gobierno, doce personas han sido ya localizadas. Por otra parte, la jueza de control del centro aseguró que tres de ellos requirieron ingreso hospitalario al presentar lesiones generadas por escalar muros y saltarlos. 

Además de esquivar la deportación, las malas condiciones dentro del centro durante el mes de Ramadán aumentaron la tensión. “Nos despertábamos a las 5 de la mañana y nos daban bolsitas con comida. Al mediodía podíamos escuchar a nuestros familiares, pero esta oportunidad no la teníamos todos los días. A las dos volvíamos a nuestras celdas y salíamos un poco por la tarde. A veces, por la noche, podíamos ver la televisión” cuentan algunas de las personas que pasaron parte del Ramadán en el CIE.

Desde la plataforma ciudadana de solidaridad con las personas migrantes Somos Red apuntan que al menos 15 personas secundaron una huelga de hambre “al no soportar más los malos tratos recibidos en este centro, ante la falta de atención médica, la falta de respeto a sus creencias y el maltrato físico y psicológico”. La Asamblea de Apoyo a Migrantes de Tenerife aseguró en un comunicado que la comida que recibían estaba en mal estado y que muchos de ellos sufrieron diarreas.

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