Francisco Caamaño, nuevo ministro de Justicia tras la dimisión de Bermejo

Frascisco Caamaño, hasta ahora secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, ha sido nombrado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, nuevo ministro de Justicia, informaron fuentes gubernamentales, tras la dimisión de Mariano Fernández Bermejo. Caamaño jurará o prometerá este martes su cargo ante el Rey en el Palacio de la Zarzuela a las 10.30 horas, informó un portavoz de Casa Real.

Hombre de confianza de María Teresa Fernández de la Vega, desde 2004 es secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y llevó buena parte del peso de la negociación del Estatuto catalán cuando este fue remitido en 2005 a las Cortes para su tramitación.

Caamaño nació el 8 de enero de 1963 en la villa coruñesa de Cee y se licenció en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela. Desde entonces, su trayectoria profesional ha estado vinculada al Derecho Constitucional, materia de la que fue Profesor Titular en la citada Universidad.

En 1993 fue designado Letrado del Tribunal Constitucional y en 2002 obtuvo la plaza de Catedrático en la Universidad de Valencia.

Ha sido director de la Fundación Democracia y Gobierno Local y codirector de la Revista Cuadernos de Derecho Local.

Polémica cacería con Garzón

El hasta este lunes ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, aseguró que ha tomado la decisión de dimitir porque en los pasados días se le ha estado “utilizando, en contra del proyecto” de su partido.

“He dimitido porque en esos momentos ese impulso para hacer un trabajo que yo me habría propuesto, con un proyecto ilusionante por parte de todo mi equipo, está situándose en una posición en la que es mejor que otra persona con un nuevo impulso lo continúe”, indicó el ex titular de la cartera de Justicia ante los numerosos medios de comunicación congregados en la sala de prensa del Ministerio, en referencia a su participación en una cacería junto al juez Baltasar Garzón los pasados 7 y 8 de febrero.

“Podrán observar que en estos días se ha estado utilizando, utilizándome, en contra de ese proyecto por el que uno trabaja y uno no ha venido aquí a estar pegado al banco”, añadió Bermejo.

El ex ministro, que avanzó que continuará su labor en el Gobierno como diputado en el Congreso, defendió que sigue creyendo en el proyecto de reforma de la Justicia que ha intentado poner en marcha, en el que tiene -agregó- “una enorme ilusión”.

“Cuando uno se da cuenta de que está siendo utilizado contra ese proyecto lo que debe hacer es evitarlo. Es lo mejor que puede hacer para que ese proyecto continúe”, reiteró.

“Desde mi posición no puedo tolerar esa utilización que se está haciendo de los acontecimientos que todos ustedes conocen para dirigirlo contra quienes trabajamos por esos ideales del Gobierno socialista. Sé que lo mejor que puedo hacer por ese proyecto es dejarle sitio a otro, que seguramente con ilusión parecida continuará esa obra”, dijo.

Bermejo agradeció, además, al presidente del Gobierno “la oportunidad” ofrecida para “dirigir un magnífico equipo” y “proyectarlo hacia la búsqueda de unos objetivos ilusionantes, de reforma de la Administración de Justicia”.

“Ha sido una etapa apasionante, he podido hacer algo que está al alcance de muy pocos y yo debo agradecérselo, así se lo he dicho al presidente y permítanme que públicamente agradezca a mi equipo el gran trabajo que han realizado, el gran apoyo que han dado a este proyecto”, indicó.

“Me he vaciado”

El ex ministro destacó que llegó al Ministerio “con un enorme bagaje de ilusión y con una enorme voluntad de servicio público” y en el desempeño de cargo se ha “vaciado”.

“Aquí me he vaciado”, expresó y dijo que a pesar de ello “la ilusión” con la que llegó la trasladará ahora “al Grupo Socialista” donde continuará, agregó, “la labor que en definitiva empecé”.

“Todos sabemos que nadie es indispensable y todos sabemos que nadie debe estar amarrado a un puesto si no es para servir, y en el momento en que uno percibe que no sólo no está en condiciones de hacerlo sino que está siendo utilizado contra ese proyecto, la labor que queda por delante es marcharse a otro lado con toda la ilusión, que es exactamente lo que yo voy a hacer”, expresó.

“No puedo decir que me vaya ligero de equipaje, siempre ando ligero de equipaje, pero llevo un bagaje que es absolutamente envidiable, un bagaje de ilusión por la Justicia de este país, un bagaje de ilusión por el proyecto socialista en su conjunto y me llevo además en el recuerdo de todo este equipo que ha estado horas y horas trabajando para este país, para España”, apostilló.

Concluyó su intervención, después de la cual no admitió preguntas, explicando que “los cargos públicos” están diseñados “para servir” por lo que “en el momento en el que uno perciba que no es posible seguir en el servicio con el nivel que uno quiere, debe dejar el sitio a otro que es lo que yo hago”. “Gracias por paciencia con la que me han escuchado tantas veces, no les diré adiós sino hasta luego”, indicó.

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