Ingresan en prisión 18 de los 19 miembros de Segi en busca y captura

Agentes de la Ertzaintza arrestaron este domingo en Bilbao a 18 de los 19 miembros de Segi huidos de la Justicia y buscados por la Policía desde que el mes pasado el Tribunal Supremo declarase terroristas a esta organización juvenil y a Jarrai y Haika, confirmaron fuentes del departamento vasco de Interior.

Los dieciocho imputados se entregaron a la Policía Autónoma Vasca en el frontón de La Esperanza, en el Casco Viejo de Bilbao, donde fueron detenidos en presencia de los principales dirigentes de la ilegalizada Batasuna, como Arnaldo Otegi, Joseba Permach, Rufi Etxebarria y Jone Goirizelaia, y centenares de simpatizantes de Segi.

El Tribunal Supremo estimó el pasado 19 de enero que Jarrai, Haika y Segi son organizaciones terroristas y no meras asociaciones ilícitas, como consideró en junio de 2005 la Audiencia Nacional, que inmediatamente después de conocer la resolución del Alto Tribunal ordenó la detención de veintitrés de los acusados en esta causa, cuatro de los cuales fueron arrestados en días posteriores y los otros 19 permanecían huidos.

Antes de que se entregasen a la Policía, la Ertzaintza impidió que centenares de jóvenes se manifestaran por las calles de la capital vizcaína, en respuesta a un llamamiento de Segi, después de que el Departamento de Interior del Gobierno Vasco prohibiese ayer la celebración del acto.

El departamento de Interior prohibió la manifestación convocada por considerar que era una “mera sustitución” de otra marcha organizada por Segi también para este domingo en la capital vizcaína, ya prohibida por el juez Baltasar Garzón por entender que formaba parte “del ámbito de la declaración de ilicitud” de Segi, por lo que debía impedirse su celebración.

A la hora prevista para el inicio en el Arenal bilbaíno de la manifestación, las 12.00 horas, un dispositivo de agentes antidisturbios de la Ertzaintza estaba desplegado en la zona, donde podían contarse hasta nueve furgonetas de la Policía vasca.

Grupos de jóvenes, hasta llegar a varios centenares se simpatizantes de Segi, se fueron concentrando en silencio en la calle Bidebarrieta, a la entrada del Casco Viejo bilbaíno, frente a un cordón de agentes de la Ertzaintza apostados al comienzo de la calle que les impedían salir en manifestación.

En esta situación, llegaron al lugar dirigentes de Batasuna como Permach, Goirizelaia y Karmelo Landa, que conversaron brevemente con los ertzainas y con los jóvenes concentrados, tras lo cual éstos últimos abandonaron la zona.

“Vista la situación y de que lo que iban a hacer (los policías) es disolver por la fuerza, hemos impedido que las personas sean golpeadas. Hemos tratado de reconducir la situación hacia otro tipo de concentración pero ha sido imposible. Hemos optado por evitar incidentes y hemos hablado con la gente que quería concentrarse para que no lo hiciera y eso ha pasado”, explicó la abogada Goirizelaia en declaraciones a los periodistas.

Goirizelaia dijo que en el País Vasco se produce una “situación de excepción en la que los derechos de una parte de la ciudadanía siguen siendo vulnerados e interrumpidos por la fuerza”, y denunció la actitud de la Policía Autónoma Vasca “de la mano” del consejero de Interior, Javier Balza, “y de los dirigentes del PNV”.

Minutos después de que la abogada de Batasuna hiciese estas declaraciones, los simpatizantes de Segi fueron llenando el frontón municipal de La Esperanza, también en el Casco Viejo bilbaíno, donde se encontraban los mencionados dirigentes de la izquierda abertzale.

Allí fueron llegando también, muchos de ellos con mochilas, los jóvenes imputados y huidos de la Justicia, que recibieron el saludo de sus familiares y los cánticos y los gritos de apoyo de sus compañeros de Segi.

Juventud combativa y comprometida

Uno de los imputados, Ibon Meñika, declaró a los periodistas en el frontón antes de ser arrestado que la sentencia del Supremo que declara terroristas a las citadas organizaciones va en contra de la juventud “combativa y comprometida” y pidió el apoyo de la sociedad vasca a los jóvenes.

Poco después se personaron las fuerzas de la Ertzaintza en el frontón de La Esperanza, a la puerta del cual Arnaldo Otegi comunicó a un mando policial la intención de los jóvenes de entregarse pacíficamente.

Los ertzainas establecieron una zona de seguridad en torno al frontón y, tras desalojar a los periodistas presentes, fueron identificando y arrestando a los jóvenes huidos de Segi, entre los gritos y cantos de las personas que llenaban el recinto y de otros seguidores que permanecían en la calle, tras el cordón formado por la policía.

Meñika aseguró que se entregarían a la Ertzaintza los 19 huidos, aunque el Departamento de Interior del Gobierno Vasco confirmó que se produjeron 18 detenciones.

Fuentes de la lucha antiterrorista informaron de que el joven de Segi que no fue detenido en el frontón es Gorka Betolaza Villagrasa.

Los ertzainas sacaron a los arrestados del frontón y, en furgonetas, los trasladaron a dependencias policiales, antes de ser puestos a disposición judicial.

Los dieciocho jóvenes detenidos fueron, ya por la tarde, trasladados a la cárcel de Basauri (Vizcaya). En este momento, Gorka Betolaza Villagrasa es el único condenado que permanece en busca y captura, según confirmó el departamento vasco de Interior.

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