Jiménez admite que no hay manera de echar a Gadafi
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, ha reconocido que los “opositores” al régimen de Muamar Gadafi no lo van a tener “fácil” para conseguir instaurar el Estado democrático que anhelan y ha reconocido que en la actualidad “no hay ninguna manera posible” de evitar que el dictador siga al frente del país.
“No hay ahora ninguna manera posible de poder evitar que siga ahí”, ha señalado la ministra en una entrevista a Onda Cero recogida por Europa Press, subrayando que sin embargo lo que busca la coalición internacional que está aplicando la resolución de la ONU es “evitar que siga bombardeando a su propio pueblo”.
En cuanto a los rebeldes al régimen, la ministra, que se ha reunido con “una parte de ellos”, ha preferido que se les califique de “opositores” porque “lo que les ha unido la oposición a Gadafi”. No obstante, ha admitido que se trata “un grupo bastante heterogéneo” al que le une “la necesidad de darle un vuelco a su país” con vistas a la instauración de un Estado de derecho.
Pero, ha añadido Jiménez, al contrario que en Egipto y Túnez, donde aunque había regímenes con un partido único y un “control férreo”, “sí tenían una estructura de Estado muy consolidada que van a ir adaptando”. En Libia, ha incidido, “va a ser un poco más complicado pero existe una base suficiente para que trabajen desde (...) la reconciliación nacional” para consolidar “un nuevo Estado”.
“No va a ser fácil”, ha insistido la jefa de la diplomacia española, asegurando que los libios, que serán los que “decidan cómo quieren reconciliar el país”, “van a tener todo el apoyo de la comunidad internacional”.
En cuanto a las operaciones militares iniciadas el pasado sábado por una “coalición de países voluntarios”, entre ellos España, la ministra ha explicado que se dio el paso ya que la OTAN, que ahora asumirá el mando de la ofensiva, “sigue siempre un proceso más lento de lo que urgía la resolución de la ONU”.
Además, la formación de una coalición de países voluntarios permitía la incorporación de otros países, incluidos países árabes, “lo que daría una mayor legitimidad”, ha puntualizado.
A partir de ahora, la Alianza Atlántica tendrá “el mando operativo militar” y la coalición de países contará con “una coordinación política no sólo en el momento actual sino para pensar un poco en las consecuencias políticas que pudiera tener el establecimiento” del alto el fuego.
En este sentido, Jiménez ha recordado que además de permitir la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia, la resolución 1973 de la ONU “contempla utilizar otros medios necesarios para evitar que haya una agresión por parte de Gadafi hacia su propia población”.