López Garrido cree que las críticas a la presidencia de la UE “no tienen fundamento”
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, consideró este miércoles que las críticas que desde la oposición se han realizado al papel de España como presidencia de turno de la UE “no tienen fundamento alguno”.
Según él, se está haciendo “muy buen papel” y así lo entienden el resto de Estados miembro y las instituciones europeas.
“He escuchado simplemente palabras pero no he escuchado nada fundamentado”, señaló a los medios tras pronunciar una conferencia en Madrid sobre los 100 días de la presidencia española de la UE. En su opinión, “frente a la exposición detallada que hemos hecho sobre cómo se está llevando a cabo la presidencia española” se escuchan “simplemente apreciaciones genéricas, vaporosas, que no se sustentan en nada”.
En este sentido, consideró que estas críticas se hacen “con la boca pequeña” y no con “mucho énfasis” porque los partidos de la oposición entienden que “algo que hay que decir”.
El martes, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió al Gobierno que “procure poner más carne en el asador” durante la segunda parte de la presidencia de la UE porque el semestre español está siendo mucho menos halagüeño para nuestro país de lo que lo fueron los anteriores.
Por su parte, la diputada de Unión Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, calificó la presidencia europea de “completamente intrascendente para España y para Europa”. “Es la peor presidencia española que yo recuerdo”, dijo Díez en declaraciones a la prensa en Bruselas.
Frente a estas palabras, el secretario de Estado consideró que “España está haciendo muy buen papel y así está siendo reconocido por el resto de nuestros colegas”, pero también de las instituciones. “Creo que estamos dirigiendo bien al Consejo, sobre todo en los temas económicos”, subrayó.
ESPAÑA LLEVA LA INICIATIVA
Durante su conferencia, organizada por el Real Instituto Elcano, López Garrido subrayó que tuvo que “tomar la iniciativa” y fijar el “programa político” para este semestre porque “había un vacío” antes del 1 de enero como consecuencia del hecho de que la nueva Comisión Europea no entró en funcionamiento hasta finales de febrero y a que las nuevas figuras que crea el Tratado de Lisboa, el presidente permanente del Consejo y la Alta Representante de Política Exterior, no habían asumido sus funciones.
“Para lo bueno y para lo malo la iniciativa la tuvo que tomar España” y además tuvo que hacerlo en un momento de cambio en Europa por la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y en medio de una grave crisis económica y financiera. Así pues, defendió que esta presidencia “está llamada a marcar el rumbo de la UE” porque en ella se están abordando algunos de los grandes temas de futuro.
“No es un alarde patriotero, estoy señalando un hecho objetivo”, insistió. “No es que seamos los más listos, los más simpáticos y los más inteligentes, es que nos ha tocado” asumir este papel, aseveró. Por todo ello, consideró que estas circunstancias “deberían tenerse en cuenta cuando se evalúan los 100 primeros días”.