Otegi se niega a condenar en la Audiencia Nacional la violencia de ETA

MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

El portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, se negó este miércoles a contestar a la pregunta directa de la presidenta del tribunal que le juzga en la Audiencia Nacional de si condena la violencia de ETA, efectuada por la magistrada tras una encendida defensa del dirigente abertzale a “una solución pacífica” del conflicto vasco.

Después de su alocución, pronunciada en respuesta a las preguntas de su abogada defensora, la jueza Ángela Murillo le preguntó directamente:“¿condena usted la violencia de ETA?”. Otegi se negó a responder: “no voy a contestar a esa pregunta”.

No obstante, sólo unos minutos antes, el representante de la izquierda abertzale aseguró que “lejos de*realizar apología o enaltecimiento de las soluciones violentas” lo que hizo durante el homenaje al etarra José María Sagarduy en 2005 y hace ahora es “una apelación permanente a una solución pacífica del conflicto”.

Otegi, que indicó que seguirá “militando en la izquierda abertzale mientras le queden fuerzas o vida”, defendió que la mayoría social vasca demanda un reconocimiento “de su identidad nacional” y reclamó la celebración de un referendum de autodeterminación.

“Lo único que demando son condiciones de igualdad. Si el pueblo vasco decide democráticamente seguir siendo parte del pueblo español la izquierda abertzale lo respetará”, dijo. “Por ello pedimos exactamente el mismo trato”, agregó. “Estamos deseando que haya condiciones de igualdad para así poner contrastar nuestro proyecto con el del resto”, insistió.

Otegi, acusado por la Fiscalía y dos acusaciones populares de la comisión, entre otros, de un delito de enaltecimiento del terrorismo por el que se enfrenta a una petición de penas de entre 18 meses y cinco años, admitió haber participado a petición de la familia de Sagarduy, en un homenaje celebrado en su honor en 2005 en Amorebieta.

Explicó que no pidió más información a los familiares del etarra sobre el contenido del acto del que iba a tomar parte ya que no necesitaba “explicaciones” cuando una persona lleva casi 30 años encarcelada y “es querida en su pueblo y en su país”.

“La demanda de su familia no era otra que yo, siendo entonces parlamentario, participara en un acto para denunciar esta situación cruel e injusta, que no tiene parangón en Europa ni en ningún tipo de legislación y pedir su puesta en libertad”, añadió.

LIBERACIÓN DE LOS PRESOS DE ETA

Otegi defendió además la liberación de “los presos y presas políticos vascos que ya han cumplido sus condenas”, que consideró clave para la búsqueda de una salida al conflicto.

Aseguró que la existencia de centenares de reclusos de la banda terrorista ETA en las cárceles españolas “pone en evidencia la existencia de un conflicto sin parangón”. “La existencia del colectivo de presos denota una situación que no es normal ni natural”, dijo. “Ellos son parte del problema y también de la solución”, indicó

El ex portavoz de Batasuna comparó en repetidas ocasiones la situación en el País Vasco con la existente en otros lugares como Irlanda del Norte, Escocia o Sudáfrica. En este sentido, dijo no entender los motivos por los que la demanda del reconocimiento de “la identidad nacional vasca” encuentra dificultades en España cuando “es de lógica política en el conjunto de la UE”.

El Ministerio Público acusa a Otegi de participar en el citado homenaje al etarra Sagarduy, condenado a 69 años de cárcel por el homicidio en 1978 del jefe carlista José María Arrizabalaga y otros delitos terroristas, y considerado el preso etarra que más tiempo lleva recluido en prisión, casi 29 años y seis meses.

El acto, que estaba presidido por una gran fotografía del homenajeado, fue convocado mediante un anuncio publicado en el diario 'Gara' en el que aparecían los anagramas de Batasuna, Askatasuna y Gestoras Pro Amnistía y se celebró bajo el lema 'Es el momento de la solución, amnistía y libertad'.

EL 'MANDELA' VASCO

En aquel homenaje Otegi tomó la palabra para elogiar “la lucha llevada a cabo por los presos vascos” y comparar a Sagarduy con Nelson Mandela, al considerar que “igual que él lucha contra la injusticia por conseguir un escenario democrático”. “El colectivo de presos (los luchadores vascos), como Mandela, conoce la cárcel, la represión, el sufrimiento, el compromiso, la lealtad y la disciplina, y gracias a su entrega traerán la democracia y justicia a Euskal Herria”, señaló.

El juicio oral que debía celebrarse en principio contra cinco acusados, quedó reducido finalmente a tres debido a la incomparecencia de Jon Enparantza y Estanislao Etxaburu, contra los que se dictaron sendas órdenes de busca y captura, y que serán juzgados por separado una vez sean detenidos.

Las dos acusadas restantes, Itziar Galardi y Josune Irakulis (a la que la Fiscalía no acusa pero sí el resto de partes), admitieron su participación en el acto de homenaje. Galardi se negó, al igual que Otegi, a condenar ante la Sala la violencia etarra y sólo respondió a las preguntas de su abogado defensor.

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