Pedro Jota rompe con Soria y revela sus 'bromas' a San Gil: ''¡Arriba España!''

El director del diario El Mundo, Pedro Jota Ramírez, que durante los últimos años ha tenido una relación muy afectuosa con el líder del PP en Canarias, José Manuel Soria, parece haber comenzado las hostilidades con su antiguo amigo a raíz de la crisis del partido. El periodista le dedica la portada a cuatro columnas del periódico y el editorial en su edición de Madrid, en el que desvela el contenido de un SMS que Soria le envió a María San Gil a raíz de las discrepancias sobre el contenido de la ponencia política que discutirá el XVI Congreso del PP en Valencia: “María, he recibido tu ponencia. ¡Arriba España!”.

El primer vicedirector y especialista económico del diario, Casimiro García Abadillo, firma la información que relata todas las vicisitudes que está atravesando la ponencia política que Mariano Rajoy le encargó redactar a Soria y que ha provocado hasta ahora la dimisión de María San Gil y más de 1000 enmiendas de los compromisarios, entre ellas una muy dura firmada por el eurodiputado catalán Alejo Vidal Quadras, Santiago Abascal (País Vasco), Carlos Delgado (Baleares), el sobrino del presidente-fundador, el senador Luis Fraga, el diputado Eugenio Nasarre y Vicente de , concejal del PP en Durango. Esta enmienda, que cuestiona los pactos del PP canario con Coalición Canaria por su discurso soberanista en favor del Estado Libre Asociado, la apoyan además otros dirigentes como Alvarez Cascos, Esperanza Aguirre, Jaime Mayor Oreja y Juan Costa.

Según el relato que hace García Abadillo, el “¡Arriba España!” de Soria fue el “mensaje ofensivo” con que Soria le respondía a María San Gil por haberle enviado una ponencia política alternativa a la que él había redactado. Entonces, Soria y San Gil se reunieron en Génova 13 con la tercera ponente, la catalana Alicia Sánchez Camacho, que “se puso de parte de San Gil”. Como Rajoy veía que Soria perdía la batalla, “entonces ordenó que interviniera Lasalle”, uno de sus fontaneros en Génova 13 “que había suplantado por completo como interlocutor a Soria”. La información destaca que “San Gil luchó durante un mes por mantener su idea de España frente a la que ahora triunfa en el PP” y revela que parte de las directrices de Rajoy fueron interpretadas por Soria a su manera: “No se trataba de una ponencia propiamente dicha, sino de una introducción a la misma que yo había hecho sin instrucciones previas de Rajoy”, admite Soria. Lo cierto es que la desafortunada redacción del texto que enfrenta a todos sus ponentes provoca una de las mayores crisis que ha vivido el PP desde su fundación.

El “¡Arriba España!” de Soria lo interpreta el diario madrileño como “una broma cargada de contenido político” que significa que “para algunos dirigentes del PP, la política que ha mantenido el partido en los últimos años contiene matices un tanto anticuados y fácilmente identificables, según su análisis, con el franquismo”. En su primer editorial, titulado “Lo progresista es defender a España, no burlarse de ella”, el diario de centro-derecha señala que el SMS de Soria “refleja lo que está pasando en el PP mejor que mil sesudas reflexiones”, porque el “¡Arriba España!” era el lema del régimen franquista “con el que se cerraban los actos del dictador y las palabras que pronunciaban los falangistas al hacer el saludo fascista a la romana”. A su juicio, Soria ha interiorizado “el código de valores de una parte del PSOE y los partidos nacionalistas” porque “equipara la defensa de y la firmeza contra ETA con el franquismo”, y juzga el SMS como “más que una broma, un insulto, por el contexto en que se producen”, pues su respuesta a María San Gil fue “vejatoria”, “descalificatoria y ofensiva”.

También critica el “frívolo pragmatismo” de Soria por aceptar negociar “conceptos sobre el Estado como si fueran una mercancía” y recuerda que “el verdadero centrismo no reside en acercarse de manera oportunista a las ideas tribales e insolidarias de los nacionalistas”. Sobre el titular de portada de Soria, Pedro Jota Ramírez coloca una frase de Henri Montherlant con la que parece resumir la noticia del día: “Se puede tener indulgencia por la mediocridad de un niño, no ciertamente por la que se instala en el hombre”.