El PSOE aventaja en tres puntos al PP en intención de voto
El PSOE obtendría el 39,6% de los votos de celebrarse este miércoles las elecciones generales, con lo que amplía a 3 puntos la distancia en estimación de voto con el PP, que lograría el 36,6% de los sufragios.
Así figura en el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de abril, en el que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es el líder político más valorado por los españoles con una nota media de 5,12, seguido de Gaspar Llamazares, de IU, (4,38), Josep Antoni Durán i Lleida, de CiU, (4,08) y el presidente del PP, Mariano Rajoy (4,05).
El aumento a 3 puntos de la diferencia entre los dos principales partidos políticos -era de 1,2 en el barómetro de enero, último con estimación de voto- responde a una mejoría de 0,8 décimas en las expectativas electorales del PSOE y un retroceso de 1 punto en la estimación de voto del PP.
Según los datos del barómetro, fruto de 2.500 encuestas realizadas entre el 23 y el 29 de abril, IU sería la tercera fuerza política en las elecciones, con un 5,6% de los votos, tras un descenso de 0,9 décimas desde enero; mientras que CiU pierde 0,2 puntos y se quedaría en un 3%.
El CIS otorga a ERC un 2,4% frente al 2% de enero, mientras que el PNV obtendría 1,6% -1,4 en enero-.
En cuanto a la intención directa de voto -las respuestas directas de los encuestados sin los posteriores cálculos de los sociólogos del CIS-, la diferencia entre los dos grandes partidos aumenta a más de diez puntos, ya que ese indicador es de un 30,7% para el PSOE y un 19,9% para el PP.
En relación con la confianza que inspiran el presidente del Gobierno y el líder de la oposición, un 58 por ciento dice sentir “poca” o “ninguna” por Zapatero, frente al 37,9% que asegura que confía “mucho” o “bastante” en él.
Preguntados por Rajoy, tres de cada cuatro encuestados -el 75,4%- asegura sentir “poca” o “ninguna” confianza por él, mientras que el 20% tiene “mucha” o “bastante” confianza.
Todos los líderes políticos, salvo el presidente de Coalición Canaria (CC), Paulino Rivero, mejoran su valoración respecto a la de hace tres meses, siendo la nota de Mariano Rajoy la que más sube, al pasar de un 3,69 a un 4,05.
No obstante, Zapatero sigue siendo el más valorado y el único que llega al aprobado (5,12 frente a 4,93 en enero), seguido de Gaspar Llamazares (pasa de 4,32 a 4,38) y Josep Antoni Durán i Lleida (de 3,86 a 4,08).
El cuarto es Rajoy y después se sitúan Josu Jon Imaz, del PNV, que pasa de 3,27 a 3,63, y Josep Lluis Carod-Rovira, que sube su nota de 2,90 a 3,24, aunque sigue siendo el que tiene peor imagen.
Cuatro miembros del Gobierno superan el aprobado y la nota de Zapatero: la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega (5,61), el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes (5,23), el titular de Defensa, José Antonio Alonso (5,12) y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba (5,11).
La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, es la menos valorada, con una nota de 4,09, seguida del de Industria, Joan Clos (4,30), la de Agricultura, Elena Espinosa (4,42) y el de Justicia, Mariano Fernández Bermejo (4,48).
Tampoco superan el aprobado el titular de Trabajo, Jesús Caldera (4,67), el de Exteriores, Miguel Angel Moratinos (4,64), la de Cultura, Carmen Calvo (4,63), la de Sanidad, Elena Salgado (4,61), el de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla (4,59), la de Fomento, Magdalena Álvarez (4,57), la de Educación, Mercedes Cabrera (4,53) y la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona (4,52).
En cuanto a los principales problemas, el paro supera al terrorismo como el más citado, con lo que recupera ese primer puesto después de que la preocupación por ETA se situara en ese lugar en todos los barómetros tras el atentado de diciembre de la T-4.
Preguntados por la situación política, un 37,1% la califica de “mala” o “muy mala”, mientras que el 16,2% la considera “buena” o “muy buena”.
Estos datos suponen una mejoría respecto al barómetro de marzo, ya que entonces el 41,2% se decantaba por el pesimismo y el 12,7 veía bien la situación política.
En cuanto a la situación económica, se equilibra el número de quienes la califican de “buena” o “muy buena”, por un lado, o “mala” o “muy mala”, por otro, al situarse en el 27,2 y el 27%, respectivamente, cuando en marzo eran de un 28,1 y un 25,9.