El seguimiento de un coche robado con placas falsas permitió llegar a 'Txeroki'
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado este lunes que las Fuerzas de Seguridad han conseguido dar esta madrugada con el paradero del considerado jefe de los comandos de ETA, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, gracias al seguimiento de un coche robado con placas de matrícula falsas.
En una comparecencia en la sede de su Ministerio, Rubalcaba ha dicho que una de las misiones de los equipos conjuntos de investigación hispano-franceses constituidos el pasado mes de enero es seguir el rastro de los vehículos robados en Francia y ha añadido que uno de esos coches, “robado hace unas semanas”, tenía placas falsas que han conducido hasta Txeroki.
De forma paralela, fuentes de la investigación han informado de que el rastreo de dos cuentas de correo electrónico detectadas hace un mes por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y utilizadas por Aspiazu también ha sido clave en su localización.
En este sentido, el ministro del Interior, al ser preguntado por esta cuestión, ha asegurado que los servicios de inteligencia trabajan con intensidad en la lucha contra ETA y que el uso de cibercafés es común entre los miembros de la banda terrorista.
Por otro lado, las placas que portaba el coche de Txeroki correspondían a un otro vehículo matriculado hace ya años, lo que hacía imposible que fueran de un Peugeot 207 prácticamente nuevo.
La vivienda en la que fueron detenidos en Cauterets el jefe de los comandos de ETA y Leire López Zurutuza fue alquilada el jueves pasado para una estancia de una semana, según han informado fuentes de la investigación.
En su interior, ha explicado Pérez Rubalcaba, los agentes han encontrado dos pistolas, dos ordenadores portátiles, material informático y documentación falsa británica, francesa y española, además de una peluca que era utilizada por el propio Txeroki.
En ese mismo domicilio los agentes han hallado unos 3.000 euros en metálico.
Tras enumerar todas los hitos relevantes en la lucha contra ETA de los dos últimos años y agradecer la colaboración francesa, Rubalcaba ha asegurado que en todas esas operaciones policiales aparecía siempre el nombre de Txeroki, el responsable de todos los comandos en este tiempo y el que “ordenaba todos y cada uno de los atentados”.
Preguntado por la posibilidad de que Azpiazu sea entregado en breve a España, el ministro ha dicho que se trata de una decisión judicial y ha recordado que Txeroki tiene causas pendientes con la Justicia francesa, entre ellas el atentado de Capbreton de diciembre pasado que costó la vida a dos guardias civiles.
No obstante, el ministro ha recordado que Txeroki tiene veintidós causas pendientes en la Audiencia Nacional, por lo que cabría una entrega temporal con independencia de que rinda cuentas ante la Justicia gala.
Sobre el historial delictivo de la acompañante de Azpiazu, Leire López Zurutuza, Rubalcaba ha explicado que se encontraba en busca y captura tras huir en 2005 y formar parte del comando Zapa junto a José Ángel Lerín, también detenido recientemente.
El correo ha sido decisivo
Dos cuentas de correo electrónico han sido claves para la detención este lunes en Francia del jefe del aparato militar de ETA, Mikel Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki, según han informado fuentes de la investigación.
Desde hace años, la captura de Txeroki era prioritaria, especialmente cuando se constató que fue él quien ordenó el atentado de la T-4 y la ruptura del alto el fuego, y que había participado directamente en el atentado que costó la vida de dos guardias civiles en Capbretón en diciembre del pasado año.
Pero, desde hace un mes, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), según las citadas fuentes, había conseguido localizar lo que ha sido clave para la investigación: dos cuentas de correo que utilizaba Txeroki.
Los servicios secretos españoles pusieron esta información en conocimiento de la Guardia Civil, que ha conseguido finalmente cerrar el “cerco” a quien se le consideraba como el número uno de lo que denominan “aparato militar” de ETA, el jefe de los “comandos”.
El “rastro” de Txeroki en la red ha sido decisivo, según los investigadores, para su localización en suelo francés y para que se decidiera ayer activar el dispositivo para la detención de quien mandaba en el sector “más duro” de ETA, según las fuentes antiterroristas consultadas.
Txeroki tenía en estos momentos a su lado en la banda al que consideraban hasta este lunes “número dos” de la organización terrorista, Aitzol Iriondo, quien podría haber escalado un “puesto” más en esta “carrera” del terror.
Algunas fuentes apuntan a que Iriondo estuvo implicado también en el atentado que costó la vida a los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero, cuando los agentes participaban en una misión de vigilancia contra ETA, el pasado 1 de diciembre.
Desde el mes de marzo, la fotografía de Iriondo, junto a las de otros presuntos miembros de ETA, como Txeroki, está colocada en comisarías de España y Francia, en gendarmerías y locales de aduanas y aeropuertos.
Iriondo podría ser el “sucesor” de Txeroki, quien, según las fuentes, no era apoyado por todos los sectores de la banda.
A partir de 2004, cuando se hizo cargo de la “jefatura” de los “comandos”, Txeroki era el objetivo prioritario para el centenar de guardias civiles que desarrollan su actividad en suelo francés.
Mikel Garikoitz Aspiazu, además de dirigir los “comandos”, se hacía cargo de la formación de los nuevos integrantes de la banda: les impartía cursillos sobre explosivos y manejo de armas y participaba en el traslado de material.
Una labor que, en principio parecería más indicada para cargos intermedios y que ha hecho que estuviera más “expuesto” y fuera más vulnerable a la investigación policial.