Varela dice no tener interés personal en la causa contra Garzón

MADRID, 5 (EUROPA PRESS)

El magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela, que instruye la causa contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por una presunta prevaricación cometida al investigar las desapariciones del franquismo, no ve razones para ser apartado de esta causa y afirma no tener “interés personal directo o indirecto alguno” en este procedimiento, que le ha correspondido investigar “de forma aleatoria y por turno preestablecido”.

Así se pronuncia Varela en el escrito remitido a la Sala de lo Penal del alto tribunal, y que ya obra en poder del magistrado Andrés Martínez Arrieta, que es el instructor del incidente de recusación presentado por Baltasar Garzón para apartarle de este asunto.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 considera que la decisión de Varela de pedir a las acusaciones populares que enmendaran sus escritos iniciales de acusación le perjudica al suponer una “oportunidad atípica y extraprocesal”.

A este respecto, el magistrado del Supremo señala que “entiende que las decisiones procesales cuestionadas por el querellado no pueden ser objetivamente vistas como muestra de inclinación de ánimo alguno ni a su favor ni en su contra”, y que tampoco favorecen o perjudican a las acusaciones personadas.

Por ello, manifiesta que no admite ni comparte la apreciación de la causa de recusación invocada por Garzón, si bien recuerda que, lejos de rechazarla de plano, ha optado por dar trámite a la pretensión del juez de la Audiencia Nacional y se somete a la conclusión que dicte el Pleno de la Sala de lo Penal sobre este asunto.

LA IMPORTANCIA DE LAS APARIENCIAS.

El magistrado instructor, que inicia su escrito señalando que le parece “hasta cierto punto paradójico exigir al juez que se pronuncie sobre su propia imparcialidad cuando ésta ha sido cuestionada por las partes”, señala que en el ámbito judicial “las apariencias son muy importantes, porque lo que está en juego es la confianza que, en una sociedad democrática, los tribunales deben inspirar al acusado y al resto de los ciudadanos”.

No obstante, añade que “no basta para apartar a un determinado juez del conocimiento de un concreto asunto con que las sospechas o dudas sobre su imparcialidad surjan en la mente de quien recusa, sino que es preciso determinar, caso a caso, más allá de la simple opinión del acusado, si las mismas alcanzan una consistencia que permita afirman que se hallan objetiva y legítimamente justificadas”.

En este caso, considera que no puede decirse que tenga interés directo en el procedimiento contra Garzón por las resoluciones en las que dio a las acusaciones la oportunidad de subsanar determinados defectos advertidos en sus escritos de acusación.

En el caso de Falange Española y de las JONS, señala que el escrito de esta parte dejó indeterminada la identificación de acusados y delitos de imputados, lo que “era subsanable mediante la adecuación a cánones que permitieran el adecuado ejercicio de la defensa por el acusado”. Añade que finalmente apartó a esta acusación de la causa por no atender en plazo su requerimiento.

En cuanto al escrito de Manos Limpias -cuya corrección sí fue aceptada-, Varela se limita a señalar que “la alternativa no exigía -ni permitía- más que la exclusión de excesos, inocuos para el contenido subsistente, conforme al principio 'utile per inutile no vitiatur'.

M. ARRIETA TRAMITA LA RECUSACIÓN.

El instructor del incidente de recusación ya tiene en su poder el escrito de la acusación popular que ejercen Manos Limpias y la asociación Igualdad e Identidad y también el aportado por la Fiscalía, contrarios ambos a apartar a Varela de la causa, así como el presentado por el propio magistrado instructor.

Ahora, Martínez Arrieta puede practicar las pruebas que considere oportunas para aclarar si la actuación de Varela en la instrucción del caso perjudicó a Garzón y si por ello debe ser sustituido por otro magistrado. Su propuesta será elevada al Pleno de la Sala de lo Penal, que tomará una decisión definitiva al respecto en los próximos días.

FALANGE TAMBIÉN SE OPONE

Por su parte, Falange Española de las JONS, parte expulsada de la querella contra Garzón, ha presentado también un escrito en el que se opone a la recusación de Varela porque no encuentra “motivos justificados para dudar de la absoluta imparcialidad” del juez instructor ni tampoco aprecian que “pudiera tener interés directo o indirecto en la causa”.

Además, el partido político considera “poco menos que grotesco” que la defensa del juez de la Audiencia Nacional comience su escrito de recusación “felicitándose por la decisión” de Varela de expulsarles del procedimiento “para luego venir a explicar lo que es improcedente en el cauce procesal”.

La Falange aprovecha para insistir en su oposición a la decisión de Valera de no permitir que continúe en la causa, por el retraso a la hora de presentar su escrito de acusación, tras ser advertido de que debía subsanar unos errores. Considera esta parte que su escrito no tenía “defectos que invalidaran su acusación” y recalca que, en todo caso, el auto de Varela emplazándole a subsanarlos, no contenía orientaciones ni consejos ni era “una oportunidad extraordinaria”.

“La recusación ejercida por Garzón lo es en abuso de su derecho, de forma caprichosa y con el único fin de dilatar la instrucción, demorándose así su posible suspensión, y confiar en que otro magistrado pueda archivar la causa”, subraya Falange en su escrito.

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