Hallado el cuerpo de un aborigen en una zona que fue alterada por el rodaje de la película 'Tirma' en 1954
La primera gran incursión del cine en el pasado de Canarias, Tirma (1954), no solo dejó varios errores histórico de bulto y un puñado de leyendas asociadas al paso de Marcello Mastroianni y Silvana Pampanini por Gran Canaria, sino también impactos sobre el único yacimiento prehispánico protegido de la isla en aquella fecha, cierto “destrozo” que medio siglo después puede transformarse en un regalo para la arqueología.
El Cabildo de Gran Canaria y la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio han dado a conocer este miércoles el descubrimiento casual que se ha hecho este otoño en La Guancha, en Gáldar, mientras se sondeaba el yacimiento para valorar qué potencia arqueológica siguen teniendo esos terrenos, que albergan el mayor túmulo funerario aborigen de las islas, donde en su día se recuperaron 43 cuerpos.
En ese tramo del litoral, pero fuera de la zona por la que se interesaba el equipo de arqueólogos, ha aparecido enterrado a escasos diez centímetros de profundidad el esqueleto de un hombre de unos 20 o 25 años. Es el primero que se encuentra allí desde las excavaciones de mediados del siglo XX y por ahora se desconoce su antigüedad.
Sin embargo, el director de Tibicena, Marco Moreno, ya adelanta que probablemente se trata de un individuo aborigen. No solo por el lugar donde se encuentra y por su estado de conservación, sino por varios detalles físicos y por los restos de la que fue su mortaja.
Pero, sobre todo, Moreno y sus compañeros de Tibicena están emocionados, porque apuestan a que encontrar una tumba de esas características en un lugar como La Guancha, muy probablemente, es el anticipo del regalo que espera todo arqueólogo: más tumbas aún.
“Si hay un enterramiento, seguramente alrededor habrá muchos más”, señala el responsable de las excavaciones, que detalla que el cuerpo ha aparecido, precisamente, en la zona que más impacto sufrió durante el rodaje de “Tirma” en 1954, sobre la que se acumularon tierras y rocas para acondicionar el paisaje a las necesidades del rodaje.
Situado en el barrio de El Agujero, relativamente cerca de la sede del poder aborigen de los guanartemes, Agálgar, el yacimiento de La Guancha fue descubierto hace casi un siglo y excavado muy pronto, con el resultado del hallazgo de restos humanos y culturales que se exhiben desde entonces en el Museo Canario, en su mayor parte.
Por eso, volver a excavar allí décadas después no parecía muy prometedor, en principio. No es lo que piensa el equipo de Tibicena, que, después de este descubrimiento, está más convencido aún de que “La Guancha tiene todavía mucho que decir”.
A la postre, precisa este arqueólogo, que los responsables de aquella superproducción cinematográfica de los años cincuenta cubrieran esa zona del yacimiento próxima al mar con rocas y tierra puede haber resultado providencial, porque ha protegido los restos de ese individuo aborigen y todo lo que haya a su alrededor.
Del cuerpo que han descubierto, el equipo científico ya sabe varias cosas, aunque todavía le falte datar su antigüedad con pruebas de Carbono 14. Saben, por su esqueleto, que es un hombre de 20 a 25 años; de su dentadura deducen que tenía una buena alimentación; casi descartan que estuviera sometido a trabajos físicos muy duros, porque no presenta desgaste de vértebras; y han observado en su rodilla izquierda que sufrió una lesión que pudo condicionar su vida.
Además, apuestan a que es pariente de los cuerpos aborígenes recuperados a mediados del siglo XX en el llamado Túmulo del Rey, en el mismo yacimiento, que tienen un rasgo óseo hereditario en las rótulas raro de ver y que se observa también en ese esqueleto.
“Es un rasgo epigenético claro”, señala la arqueóloga Verónica Alberto, del equipo de Tibicena. En un yacimiento tan cinematográfico como La Guancha, su compañero Marco Moreno recurre al mítico hoyuelo en la barbilla del actor estadounidense Kirk Douglas para explicarse.
“También lo tienen sus hijos. Ese tipo de rasgos a veces están a la vista y a veces, no. Aquí está en el hueso de la rodilla. Pero son hereditarios, son rasgos genéticos familiares”, subraya.
El resultado de los últimos sondeos realizados en el yacimiento se ha hecho público durante la visita que el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, han hecho a la zona para comprobar los trabajos que se están realizando para dotarle de un centro de interpretación, con una inversión de 3 millones.
0