El coste del Barranco de Santos supera los 88 millones de euros
La remodelación del Barranco de Santos, una de las obras “emblemáticas” del anterior alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, tendrá finalmente un coste de unos 88 millones de euros, es decir, unos 70 millones más de los presupuestados cuando se inició la obra, en el año 2000.
De esa cantidad, cinco millones corresponden al pago de indemnizaciones por terrenos expropiados en las laderas, tras una sentencia del Tribunal Supremo, que aumentaba su valor en un 60 por ciento.
Esta es la respuesta que ha dado el concejal de Obras y Servicios Públicos, Dámaso Arteaga (CC), al concejal de la oposición por IU-XTF, José Manuel Corrales, que quería saber a cuánto había ascendido el coste total del desvío y viario del barranco, que al margen de canalizar las torrentías, incluye una nueva arteria vial, y zonas de ocio como pistas de tenis y pistas de skateboarding.
Corrales preguntó por el coste real de todo el proyecto, incluidos los 21 millones de euros que fueron aprobados en el pasado pleno ordinario del 5 de octubre para terminar de pagar la construcción de la obra, lo que no será antes de 2017, y también por el coste real de las expropiaciones.
Según Arteaga, la obra ya alcanza los 83 millones de euros, de los que 51 millones corresponden al Ayuntamiento, responsable de tres de las cuatro fases en que se dividió el proyecto, y el resto debe pagarlo el Cabildo, responsable de la fase tercera.
Sin embargo, el concejal nacionalista afirmó no saber a cuánto se elevaba el pago de las indemnizaciones. El concejal de Urbanismo, José Ángel Martín, que se estrenaba como primer teniente de alcalde al frente de una comisión de control, fue el que sacó de dudas y aportó el dato: el coste de las indemnizaciones es de unos cinco millones de euros, a los que hay que sumar los 500.000 euros con que el Ayuntamiento indemnizó a 21 propietarios de terrenos en zonas de pendiente, a los que se les pagó menos de la mitad de lo que al final estipuló el TS.
Beneficio para la familia de uno de los arquitectos
José Manuel Corrales, que asegura que la remodelación del Barranco de Santos no tendrá un coste inferior a los 90 millones de euros, criticó que el precio final “a pagar por los ciudadanos” hubiese aumentado “un 400%”, pero también preguntó por el coste de una finca expropiada, propiedad de la familia de uno de los arquitectos del proyecto, Leopoldo Tabares de Nava.
Según Corrales, los arquitectos modificaron el desvío trazado del barranco para que entrara en la expropiación una finca propiedad de Tabares de Nava, pero ni Dámaso Arteaga ni José Ángel Martín respondieron, sino que entregaron a los concejales un listado con las fincas expropiadas y su ubicación en el mapa.