El candidato de CC hizo la vista gorda con una presunta corrupción en su Policía

Fernando Clavijo, saludado por Paulino Rivero, tras su elección como candidato de CC.

Canarias Ahora

Las conversaciones grabadas por la Policía Nacional a Fernando Clavijo, actual alcalde de La Laguna y candidato de Coalición Canaria a la Presidencia del Gobierno regional imputado por cuatro delitos en una pieza separada del denominado caso Corredor, describen su forma de actuar incluso ante un caso de presunta corrupción en la Policía Local, al hacer la vista gorda y no investigar presuntas extorsiones de un agente a propietarios de locales nocturnos.

“¿Es cierto que va pidiendo dinero por ahí?”, llegó a preguntar el por entonces concejal de Seguridad Ciudadana de la ciudad tinerfeña al propietario del pub Sketch, denunciante del caso que había grabado la conversación con el alcalde, según consta en el informe policial de 16 de junio de 2011 obrante en el sumario al que ha tenido acceso Canarias Ahora. “Lo que tenemos es que denunciarlo y pillarlo, o sea, hay que pillarlo...”, dice el alcalde.

Los investigadores del Grupo de Delitos Económicos de la Brigada de Policía Judicial resaltan que nada de eso ocurrió. En su informe al juez instructor, César Romero Pamparacuatro, los policías indican que de las presuntas actividades ilegales del agente Juan Pedro Lutzardo, con extorsiones a empresarios de negocios de ocio nocturno, tendrían conocimiento no solo el actual alcalde, sino Blas Enríquez Sánchez, jefe de los servicios de noche de la Policía, y el propio Jefe de la Policía Local lagunera, Juan José Dáz Sánchez.

“Aparentemente, pues Blas Enríquez en su declaración a este grupo no lo menciona, ninguno realizó actuación alguna tendente al esclarecimiento de los hechos, tanto por la vía judicial como por cauces internos disciplinarios, lo que podría constituir un delito de omisión del deber de perseguir delitos”, concluye el informe policial sobre la actitud del actual alcalde.

Clavijo ha explicado en la cadena local Mírame Televisión que no se actuó contra el agente “porque no teníamos pruebas”, y que además, “en el turno de noche había más policías”, si bien de sus conversaciones grabadas y por las pesquisas policiales, los investigadores sí han llegado a la conclusión de que el entonces concejal de Seguridad Ciudadana “ya estaba al corriente de lo que sucedía, y a pesar de ello no tomó ninguna medida para esclarecerlo, destacando la obligación como consecuencia del puesto que desarrollaba de denunciar los supuestos delitos que estaba cometiendo el policía local Lutzardo”.

Estos hechos se enmarcan en una parte de las imputaciones que sí han prosperado contra el candidato de CC a la presidencia del Gobierno, relacionados con los permisos verbales e ilegales para que un determinado número de locales nocturnos de la zona conocida como Cuadrilátero pudieran cerrar más tarde de lo permitido, a las cinco y media de la madrugada.

La denuncia parte del dueño del Sketch, Carlos Calderón, y su pareja, Isaac Tacoronte, que curiosamente forma ahora parte del gabinete de comunicación del alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, también de CC. Tacoronte grabó la conversación con el actual candidato, pero ambos habían mantenido una reunión previa con Clavijo, el entonces portavoz socialista en la oposición, Javier Abreu, ahora primer teniente de alcalde y socio de gobierno, y el gerente de Urbanismo, Severiano Roberto Ramiro.

En aquella primera cita, el gerente dio permiso verbal para cerrar el pub a las cinco y media de la madrugada, como se había hecho extensivo a otros locales. El informe policial recoge que Clavijo habla con el jefe del servicio nocturno de la Policía diciendo que éste último ya había hablado con el presunto extorsionador “para que cesara su actitud y no regresara al pub Sketch”. La Policía indica al juez que “con esto se confirma también el conocimiento tanto de Juan José [jefe de servicio policial] como de Fernando Cavijo sobre los constantes controles que el policía local Lutzardo ejercía”.

Clavijo llega a confirmar el acuerdo verbal para la apertura hasta las cinco y media al decir que “esto es un acuerdo entre la policía y ustedes eh, entre nosotros. Ahora mismo eso no cabe en el planeamiento”, admite sobre la normativa. “Como no cabe, no pueden tener ustedes una autorización por escrito”, dijo también.

Concluye esta parte del informe policial de 2011, cuyo secreto de sumario se ha levantado la semana pasada, con que Fernando Clavijo “habría dado instrucciones a la Policía Local respecto a las inspecciones y actas de inspección levantadas [a locales nocturnos], de manera que incluso promovía el desistimiento de los agentes de policía local en sus denuncias para evitar la incoación de expedientes sancionadores, dando instrucciones para que no ratificaran las denuncias”.

Además, el ahora alcalde de la Ciudad de los Adelantados “influía sobre otros funcionarios para asesorar a los propietarios de locales acerca de las alegaciones a presentar en los expedientes incoados para proceder a su archivo, como por ejemplo justificar la apertura del local diciendo que ”estaba tirando la basura“. Sobre estos hechos, el juez le imputa uno de los cuatro presuntos delitos por lo que se le investiga: tráfico de influencias.

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