CC y PP rechazan rebajar las barreras electorales
Los grupos parlamentarios han vuelto a evidenciar, por enésima vez desde el año 1996, la imposibilidad de alcanzar el consenso necesario para aprobar una reforma electoral que impida, como ha afirmado el portavoz socialista, Francisco Hernández Spínola, que “150.000 votos de los ciudadanos acaben en la basura”, como sucedió en 2007.
El tablero del disenso ha sido este lunes la proposición de ley que en abril de 2009 presentó el entonces portavoz del PSC, Santiago Pérez, para anular la barrera regional del 6% para acceder al Parlamento y computar sólo el 5% de los votos válidos emitidos en cada circunscripción insular, frente al 30% actual.
Con todo, tanto el PSC como CC se emplazaron a, en virtud de los acuerdos alcanzados entre Canarias y el Estado, posibilitar una modificación, tanto electoral como estatutaria, cuya base sea el pacto alcanzado en 2007 por ambas fuerzas políticas cuando se remitió la reforma de la Carta Magna a las Cortes, aunque ese intentó también se frustró.
“Lo coherente es que CC y PP no hubieran votado a favor de la toma en consideración de esta propuesta, porque nunca han tenido voluntad política de aprobarla, como lo evidencia que no han presentado ni una sola enmienda, para poder así rechazarla”, afirmó Spínola.
Una incoherencia que, sobre todo, quiso el portavoz socialista resaltar en las filas del PP, pues apenas hace una semana “presentaron una propuesta de resolución en el debate de la Nacionalidad instanto al Gobierno a acometer una reforma electoral”.
“Podrían muy bien haber presentado esa enmienda a este texto, y sobre ella haber hablado y negociado”, recordó el portavoz socialista a los conservadores.
La triple paridad “debe pasar a la historia”
Al respecto, Miguel Jorge afirmó que aunque el régimen electoral canario “es manifiestamente mejorable”, su principal problema es que se basa en el principio de una triple paridad “que debe pasar a la historia”, pues ahora se “sobredimensiona el criterio territorial frente al poblacional”, en perjuicio de Gran Canaria y Tenerife.
Por su parte, el nacionalista José Miguel Barragán recordó que en 2009 “había posibilidades de negociar en paralelo una reforma electoral y una modificación del Estatuto de Autonomía” para que ambas se incluyeran, pero dos años después “ha quedado muy a las claras que no hay consenso”.
“Se necesitan 40 votos para aprobarse, y eso es prácticamente imposible en lo que queda de legislatura”, sentenció Barragán.
El portavoz nacionalista recordó a Hernández Spínola que “fuimos capaces de llegar a un acuerdo con el PSC, renunciando ambos a una parte importante de nuestros intereses”, y que ahora hay un nuevo compromiso adquirido tanto con el Gobierno del Estado como con el PSOE a nivel federal.
“El nuevo Parlamento tiene esa oportunidad para afrontar con el máximo consenso posible la reforma”, afirmó el nacionalista.
Nuevo intento tras las elecciones
Un reto que fue recogido por Hernández Spínola, que ya avanzó de que en la próxima legislatura el PSC presentará en el Parlamento que se constituya después del 22 de mayo presentarán una “reforma global” en base a los tres planteamientos tradicionales de los socialistas: que se incluya en el Estatuto de Autonomía, que rebaje las barreras de acceso a la Cámara y que, mediante la lista regional de 10 diputados, equilibre la representación poblacional y territorial.
“Esperemos que a la tercera vaya la vencida y haya en la próxima legislatura una reforma electoral”, terminó el portavoz socialista.
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