Cho Vito muere bajo la piqueta
Los vecinos afectados por la demolición de las nueve viviendas afectadas en Cho Vito, en el municipio tinerfeño de Candelaria, por ocupar el dominio público, asumen este viernes que con los derribos “se cierra una etapa” porque en esas viviendas está “la vida” de las familias.
En declaraciones a Televisión Canaria, una de las afectadas, Monserrat, ha reconocido que esta jornada “es muy dura” pero ha apuntado que “la lucha sigue” y que van a seguir reclamando una vivienda en propiedad, por lo que no aceptan la oferta de alquiler que les ha ofrecido el Ayuntamiento.
Otro, Miguel, se ha confesado “destrozado” porque pierde “su casa” y se va a vivir con un amigo durante unos días “pero no será lo mismo”.
De hecho, los seis afectados van a seguir en huelga de hambre y van a acampar en la plaza de la Basílica de Candelaria en señal de protesta porque insisten en que han presentado nuevas pruebas para exigir la revisión del deslinde.
Cuando la máquina retroexcavadora ha empezado a demoler la primera vivienda ha habido momentos de mucha tensión y un pequeño altercado entre agentes de la Guardia Civil y vecinos y familiares concentrados frente al poblado. Estas casas, que son la única vivienda de los afectados, son el resto del poblado marinero que ya fue demolido en 2008