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Coalición Canaria y el PP dialogan para romper el pacto de gobierno en Canarias, pero reconocen que lo tienen difícil

Fernando Clavijo (i), Asier Antona y Australia Navarro, en una imagen de archivo

Carlos Sosa

Las Palmas de Gran Canaria —

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No solo Coalición Canaria sufre las inclemencias de la oposición. El Partido Popular empieza a hacer sonar el crujir de su cuadernas tras la crisis que hizo saltar por los aires su aparente placidez cuando su anterior presidente regional, Asier Antona, se negó a participar en un pacto con los nacionalistas y se convirtió en la primera víctima de la nueva legislatura. Instalado ahora en Madrid ve con cierta lejanía cómo arrecian las críticas contra su sucesora, Australia Navarro, colocada provisionalmente al frente del partido por una dirección nacional que ya no las tiene todas consigo. Lo apreció la semana pasada su vicesecretario de Política Territorial, Antonio González Terol, cuando acudió a Canarias a participar en una reunión de la interparlamentaria y se gozó en persona cómo Australia Navarro le pedía a la alcaldesa de Arrecife, Astrid Pérez, que reconsiderara su pacto con los socialistas y devolviera el poder local a Coalición Canaria.

“Australia está actuando al dictado de Clavijo”, repiten dos miembros de la dirección regional del PP consultados para este reportaje. El expresidente de Canarias, ahora senador por la Comunidad Autónoma, “está todo el día diciéndole que van a gobernar juntos, que hay que convencer al gomero [Casimiro Curbelo, líder de la Agrupación Socialista Gomera] y revertir el pacto de Lanzarote”, relata con mayor precisión una de esas dos fuentes, que pide anonimato.

Astrid Pérez se negó al conchabo, sostienen. Y consultada por este periódico, la presidenta regional del PP, Australia Navarro, ni confirma ni desmiente el contenido de ese encuentro a tres bandas que, desde luego, sí se celebró. “Fue una reunión privada cuyo contenido no voy a desvelar”, contestó.

Lo que no parece confirmarse es que la lideresa popular y el jefe de Coalición Canaria de facto, Fernando Clavijo, que no ocupa ningún cargo orgánico en la organización pero que se perfila como próximo secretario general, estén en disposición en estos momentos de tumbar al Gobierno que preside el socialista Ángel Víctor Torres. En el entorno de ambos se da por sentado que, como corresponde a fuerzas de la oposición, atacarán cada día con las armas a su alcance la acción de gobierno y que para tal fin actuarán tanto en solitario como de manera coordinada.

Una vía, la de la coordinación con CC, que tiene detractores en el Partido Popular de Canarias, donde recuerdan que ambas formaciones compiten en el mismo espacio electoral, especialmente en islas como Tenerife, y que la crisis abierta por la depuración de Asier Antona impidió que este se convirtiera en un referente claro de oposición frente al gobierno progresista y por delante de los nacionalistas, todavía en KO técnico por la pérdida del poder institucional.

Por eso, las voces críticas internas reprochan a Australia Navarro lo que consideran un excesivo entendimiento con Coalición Canaria. “Claro que hablamos con María Australia; coordinamos cosas, planificamos; se está hablando de todo”, reconocen en el entorno más cercano a Fernando Clavijo. “Aunque las posibilidades de que este pacto se rompa son mínimas”, añaden a continuación.

La presidencia regional de Australia Navarro no está siendo cómoda. Una vez pasada la tormenta desatada por el intento frustrado de la dirección nacional de que ella misma ocupara la presidencia del Gobierno en un pacto con Coalición Canaria, Ciudadanos y la Agrupación Socialista Gomera pese a encabezar una lista de 11 diputados de 75, las unanimidades empiezan a desvanecerse.

No hay fecha aún para el congreso que habría de ratificarla al frente de los populares canarios después de haber sido designada por Génova sustituta forzosa de Antona. Sería un congreso con primarias, lo que a día de hoy no contribuiría precisamente a la unidad y a la cohesión, lo que espanta a la dirección nacional.

En Gran Canaria se escuchan algunas voces críticas por el doblete que mantiene a día de hoy la diputada nacional Auxiliadora Pérez, del entorno más cercano de la presidenta, que continúa siendo consejera del Cabildo de Gran Canaria. Los estatutos del partido lo permiten, pero existía un acuerdo por el que, de salir elegida, cedería esa plaza al siguiente de la lista, José Miguel Álamo, que sigue esperando en el dique seco.

El presidente del PP de Gran Canaria, Poli Suárez, contesta a ese clamor pidiendo paciencia y recordando que Auxiliadora Pérez acaba de tomar posesión como diputada y que ya renunció al cobro de la exclusividad en el Cabildo, privilegio que el grupo popular discutirá a partir de ahora a cuál de sus miembros otorgar.

El aún sorprendente voto negativo de Ana Oramas a la investidura de Pedro Sánchez no hizo más que alimentar las conjeturas acerca de un acercamiento más que probable entre los populares canarios y Coalición Canaria. Incluso dentro del PP se llegó a temer que en la operación estuviera actuando la dirección nacional de espaldas al partido en las Islas dada la acreditada buena relación de Clavijo y José Miguel Barragán, secretario general nacionalista, con la cúpula de Génova.

Nada de eso parece confirmado por el momento a la espera de cómo se desencadenen los acontecimientos dentro de CC, sumida en una crisis sin precedentes por el voto rebelde de la diputada tinerfeña. Su congreso de mayo se presenta en estos momentos más que convulso porque por primera vez se celebrará lejos del poder institucional y con movimientos críticos, especialmente desde oriente.

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