Menos colas y más servicios
El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero inauguró este lunes, en compañía del presidente del Cabildo, Ricardo Melchior y del alcalde capitalino, Miguel Zerolo, el nuevo viario del barranco de Santos que permitirá descongestionar el tráfico desde el casco hasta el populoso barrio de la Salud. El recorrido, que antes superaba, en hora punta, los 30 minutos, se efectuará ahora en poco más de dos gracias a un recorrido de doble sentido y una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora.
Tras ocho años de obras y unos 85 millones de presupuesto, este proyecto, redactado por Palerm & Tabares de Nava Arquitectos, aún no está acabado, pero podrá cumplir su principal misión: abrir nuevas vías al tráfico tanto de vehículos como de peatones y bicicletas, una demanda de hace más de doce años, fecha en la que, según explicó Rivero, comenzaron a trabajar en serio en el proyecto. Sin embargo, aún falta por terminar la última fase de las cinco que conforman el proyecto, que se ejecutará en el cauce del barranco pero, tal y como reconoció el alcalde capitalino, “no hay dinero”.
Asimismo, quedan trabajos de ajuste y, en virtud de las necesidades que se observen, la sección de Tráfico del Servicio de Seguridad Ciudadana y Vial del Ayuntamiento podrá realizar algunas modificaciones, mientras quedan por delante unas “arduas labores de mantenimiento”, tal y como recordó el arquitecto Juan Manuel Palerm.
Para el presidente del Gobierno de Canarias, esta apertura no sólo permitirá la movilidad motorizada y peatonal, sino que respetará el medioambiente, además de “marcar el sello de cómo se tienen que hacer las cosas en Canarias: con calidad”. Zerolo, por su parte, destacó características de la obra como su 7% de desnivel, mientras que Melchior hizo hincapié en la diferencia de cota de 50 metros entre las diversas zonas que lo conforman, así como en la recuperación de un paisaje “importante” para la capital.
Tras el trabajo de 95 subcontratas y más de 150 técnicos, este viario ha permitido a la capital superar las barreras físicas naturales del territorio, surcado por una trama de barrancos. El de Santos ha creado, según sus arquitectos, un “parque lineal mar-montaña que se convertirá en pieza referencial del espacio funcional”, a la vez que permite la comunicación del peatón con espacios libres, jardines, zonas de esparcimiento y plazas adyacentes.
La nueva vía tiene una longitud de 2.200 metros y un ancho medio de 60 metros, e incorpora dos falsos túneles: uno en Duggi y otro situado bajo la calle López de Vicuña, así como el paso inferior del puente Zurita. También incorpora dos puentes a Santa Cruz, uno en el barrio de Salamanca y otro en la calle Benahoare, así como un edificio de equipamientos, especialmente deportivos, y un centro de visitantes con zona etnobotánica anexa.
Así, mientras el proyecto recupera el barranco y su deteriorada biodiversidad aprovechando los espacios que pueden ser de uso público, el sistema de circulación rodado permite un nuevo reconocimiento del barranco, así como una mayor accesibilidad a distintos sectores de la ciudad como el puente Serrador, San Sebastián, Duggi, Salamanca y avenida de Venezuela.