El consejero de Sanidad se pondrá “en la cola de los pedigüeños” para mejorar su presupuesto en 2019
“No estoy eufórico”, así que en 2019 “voy a estar en la cola de los pedigüeños” ante la consejera de Hacienda, anunció este jueves José Manuel Baltar, consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, al presentar sus presupuestos para el próximo año, pero aun así reivindicó que “por primera vez se ha roto un techo de cristal” y el gasto sanitario previsto superará los 3.000 millones de euros.
Baltar compareció en comisión parlamentaria, en donde constató el apoyo de CC, PP y ASG a sus presupuestos de 3.007 millones de euros, pero la oposición le reprochó su pasividad ante la escasa prioridad que a su juicio da el presidente regional, Fernando Clavijo, a la sanidad, cuyo gasto en 2019 crecerá un 2,64%, cuatro puntos por debajo del conjunto del gasto, que sube el 6,8%.
Eso se traduce en una menor participación de la sanidad en el gasto presupuestario, que pasa a ser del 39% del total en 2018 al 37% en 2019, según denunció el portavoz de NC, Román Rodríguez, mientras que el diputado del PSOE Marcos Francisco Hernández detalló que el gasto sanitario en Canarias ha pasado de representar el 7,18% del Producto Interior Bruto en 2009 al 6,48% en 2018, y bajará al 6,32% en 2019.
Para Juan Márquez, de Podemos, es incomprensible que cuando aumentan los recursos presupuestarios el Gobierno de Canarias rehuse destinarlos a poner al día las infraestructuras y la atención sanitaria para conseguir una sanidad pública fuerte que mejore la calidad de vida de las personas.
El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, José Manuel Baltar, replicó que las necesidades en sanidad siempre son ilimitadas, pero reivindicó un aumento presupuestario de 400 millones de euros en tres años que ha permitido pasar de un presupuesto de 2.637 millones a euros en 2016 a uno de 3.007 millones en 2019, el cual podría aumentar más si se flexibiliza la regla de gasto y se permite destinar el superávit presupuestario financiar los servicios públicos.
“Voy a estar en la cola de los pedigüeños de la consejera de Hacienda todos los días de 2019, seguiremos pidiendo más recursos”, contestó Baltar a las acusaciones de pasividad por conformarse con el menor aumento presupuestario porcentual del ejecutivo.
Los objetivos del presupuesto sanitario, según explicó Baltar a la comisión parlamentaria, son el sostenimiento y consolidación de los servicios sanitarios públicos, la reducción de las listas de espera, reforzar las políticas de personal y mejorar las infraestructuras y equipamientos sanitarios.
Baltar indicó que el gasto en el personal del Servicio Canario de Salud supera la mitad del presupuesto, 1.525 millones de euros, 71 millones más que en 2018 (un aumento del 4,92%), y anunció que además de la estabilización laboral de las plazas ya ocupadas habrá más de mil nuevas contrataciones.
También hay previstas inversiones en equipamientos e infraestructuras por 64 millones de euros.
Marcos Francisco Hernández, del PSOE, acusó al consejero de “falta de osadía” por “no poner el mínimo reparo” a Clavijo en su política de relegar el gasto sanitario, y le advirtió de que la oportunidad no la pierde él, sino miles de familias a las que da la espalda.
Juan Márquez, de Podemos, dijo que con solo incrementar el presupuesto sanitario al mismo nivel que el resto del gasto autonómico la sanidad pública contaría con 400 millones de euros más, lo que permitiría invertir en más infraestructuras y contratar más efectivos para consolidar un sistema público fuerte.
El portavoz de Nueva Canarias, Román Rodríguez, denunció la irresponsabilidad que a su juicio supone aumentar el presupuesto sanitario en 300 millones de euros menos que en 2018 mientras se vende una rebaja fiscal de 150 millones que se produce “a costa de los intereses de la gente”, porque solo sirve “para quedar bien un par de semanas” mientras “los ciudadanos sufrirán el dolor durante años”.
La sanidad crece cuatro puntos por debajo de la media del presupuesto cuando es la partida que más necesidades tiene, lamentó Rodríguez, una subida “raquítica” que muestra el escaso interés del Gobierno canario por este servicio público.
Por el contrario, Elena Luis, de CC, consideró muy positivo el presupuesto sanitario y su crecimiento, frente a “la visión catastrofista” que atribuyó a la oposición, aunque consideró que es imprescindible que se flexibilice la regla de gasto para poder dedicar más recursos a los servicios públicos esenciales.
El diputado del PP Zacarías Gómez dijo que se trata de un presupuesto sanitario “muy potente e importante”, si bien precisó que los resultados no dependen tanto de los recursos disponibles como de la gestión, y añadió que los planes de reducción de las listas de espera de momento no han tenido mucho éxito.
Jesús Ramos Chinea, de ASG, consideró que en el presupuesto de sanidad hay “una subida notable y realista” que entre otras cosas servirá para recuperar los derechos laborales del personal.
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