Cristina Almeida afirma que “hay que hablar de derechos y ciudadanía porque las cosas que no se enseñan, no se aprenden”

La abogada muestra su preocupación por el hecho de que determinadas actitudes machistas se estén revitalizando entre los jóvenes

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 18 (EUROPA PRESS)

La abogada y política Cristina Almeida ha participado en el curso de la Universidad de Verano de Adeje 2011 (Tenerife) como ponente del curso “Educación y Ciudadanía” haciendo una defensa de, precisamente, la polémica asignatura que lleva esa denominación.

A su juicio, es imprescindible dar esa clase de formación a los más jóvenes. “Nunca pierdo la oportunidad de venir a cursos como este a hablar de derechos y Ciudadanía, porque las cosas que no se enseñan, no se aprenden”, afirmó, según un comunicado de la UVA.

La ponente habló con su habitual estilo desenfadado ya que, como explicó de manera distendida, ya ha llegado a la “edad del descaro”, por lo que puede permitirse “hablar sin necesidad de callar nada”. Por ello, criticó a aquellos que se han opuesto de manera tajante y han intentado poner cortapisas a la impartición de la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

“Tener miedo a esta materia es fomentar la intolerancia. Si alguien quisiera hacer de su niño un nazi, la sociedad no debería poder permitírselo”, dijo.

Para Almeida, es necesario hablar de los derechos civiles y las conquistas sociales de la democracia: “A muchos se les ha olvidado cuánto ha costado lograrlas. Y las cosas que se olvidan, acaban deteriorándose. Hay miedo a que se aprenda ciudadanía porque parece que hay temor a que sepamos nuestros derechos”.

“Los que queremos las libertades no prohibimos las manifestaciones de quienes predican la intolerancia y la prohibición. No soportan ver la diferencia, por eso se escandalizan con el Orgullo Gay. La democracia es un marco de convivencia, pero esa convivencia se debe ganar día a día”, sentenció la ponente.

También criticó la oposición que desde sectores muy conservadores se da hacia asuntos, y recordó que el hecho de que exista un derecho no quiere decir que todos los ciudadanos deban ejercerlos: “Tener derecho al divorcio no quiere decir que todos nos tengamos que divorciar; tener derecho a abortar, no significa que todos tengamos que hacerlo. Los derechos no son obligaciones, son posibilidades para quien los necesite, pueda ejercerlos desde la responsabilidad”.

INTERRUPCION VOLUNTARIA DEL EMBARAZO

Sobre el aborto, explicó que es un derecho de la personalidad y que, del mismo modo que no se puede obligar a una mujer a abortar, tampoco se le puede obligar a no hacerlo si es su deseo. Por ello es contraria a la propuesta de que la interrupción del embarazo deba hacerse con el consentimiento paterno, medida que, además, considera poco eficaz, pues a su juicio serán muchas las jóvenes que, ante la necesidad de hacerse la operación, no dudarían en falsificar la firma de sus progenitores.

La ponente se extendió especialmente sobre la igualdad de derechos de la mujer, ya que es una conquista, aún pendiente de lograr en su totalidad, en cuya lucha se implicó desde joven. Recordó que siendo abogada en los años 70, a pesar de ser abogada, debía tener el consentimiento de su marido para poder denunciar a una persona como parte de su trabajo.

Por ello, celebró que el artículo 14 de la Constitución propugnara la igualdad de derechos. Pero, a renglón seguido, afirmó que “por decreto no se logra nada”, y abogó una lucha cotidiana y continua para acabar con unos comportamientos y unas maneras de hacer muy arraigadas en la sociedad, apoyada en políticas de acción positiva.

Recordó que en el primer parlamento, hubo sólo el 6% de representación femenina porque la lucha era entrar en las listas. “Y entrar de manera racional y repartida, y no como se hacía al principio, que ponían a las mujeres en los últimos puestos de modo que no salía elegida ninguna”.

Almeida se permitió bromear sobre la representación política femenina recordando, desde su óptica progresista, la figura de la primera ministra británica Margaret Thatcher: “Si hubo un Reagan, las mujeres tenemos tanto derecho como los hombres a ser 'ceporros'”.

La abogada mostró su preocupación por el hecho de que determinadas actitudes machistas se estén revitalizando entre los jóvenes, como es el caso de la violencia machista. “Para colmo, ellas identifican esa posesión con que su novio las quiere más: 'Me pega porque me quiere'. Y no es así: la relación debe estar basada en la igualdad”. En este punto, recordó que el país donde más se matan mujeres es Finlandia, pero en donde mas se hace durante la separación es España, por ese arraigado sentido de la posesión masculina.

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