Detenidos en Gran Canaria cuatro miembros de un clan familiar rumano dedicado a la explotación sexual

Imputados por delitos de prostitución, detención ilegal, agresiones y amenazas

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 26 (EUROPA PRESS)

La Policía Nacional ha detenido a cuatro miembros de un clan familiar rumano dedicado a la explotación sexual de varias chicas procedentes de este país en distintas casas ubicadas en la calle Molino de Viento en Las Palmas de Gran Canaria.

Agentes adscritos al Grupo IV de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de Las Palmas han llevado a cabo la detención de dos hombres y dos mujeres. Agresiones físicas, amenazas y control en todo momento fueron las principales “armas” utilizadas para mantener prostituida durante varios meses a una chica rumana en la citada calle, según informa el cuerpo en un comunicado.

Funcionarios dependientes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras tuvieron conocimiento durante la semana pasada de la existencia de 4 extranjeros de nacionalidad rumana dedicados a la explotación sexual de varias chicas rumanas en distintas viviendas.

“PODRÍA MANTENER A SU FAMILIA”

Los hechos se iniciaron a finales del año pasado cuando los ahora arrestados contactaron con la víctima principal en Rumanía y la convencieron de venir a España a ejercer la prostitución; actividad con la que según le prometieron “podría mantener a su familia y obtener sumas monetarias considerables”.

Convencida y trasladada a España y siempre bajo la observancia de los miembros del clan, la joven empezó a “trabajar” en una de las casas ubicadas en la calle Molino de Viento.

Sin embargo, a las pocas semanas de haber empezado a trabajar y pese a haber devuelto la deuda contraída, los proxenetas comenzaron a agredirla, amenazarla y coaccionarla hasta tal punto que se vio obligada a entregar casi todo el dinero que obtenía del ejercicio de la prostitución, restándole únicamente el mínimo para cubrir gastos básicos de manutención e higiene.

Además, llegó a recibir en varias ocasiones comida de sus propias compañeras de trabajo, dada la precaria circunstancias en las que se encontraba.

“El clan familiar, que estaba integrados por miembros en Rumanía y España, se encontraba ”representado“ en este país por el ”padre“ de familia, su hijo, así como las parejas de ambos, que llegaron a desarrollar todo el clima de agresiones, amenazas, retenciones y coacciones en la localidad de Vecindario”, añade la nota.

Por su parte y desde Rumanía, otro de los miembros de la familia se dedicaba a la captación de chicas procedentes de familias humildes y su posterior traslado hasta España.

LA DEUDA AUMENTABA

La deuda, que en un principio ascendía a 5.000 euros, “no dejaba de ser una argucia psicológica por parte de los proxenetas, ya que le exigían plazos límites inalcanzables para poder materializarla”.

Si no se cumplía con dicho plazo, la deuda aumentaba de forma continuada, formando parte de “una espiral sin fin y en la que la joven siempre se veía obligada a seguir ejerciendo la prostitución con el fin de intentar finalizar con la deuda”. Cuando escapó, la cantidad adeudada ya ascendía a 22.000 euros.

La Policía sostiene que la chica siempre estuvo “controlada” por la pareja de uno de los principales miembros, que para mayor presión también ejercía la prostitución en el mismo lugar que ella; observando en todo momento el número de pases y servicios sexuales que realizaba, todo ello en orden a informar puntualmente al “jefe” del clan de las ganancias que obtenía por dichas actividades.

SUFRIÓ AGRESIONES

Para atemorizar a la víctima los principales miembros llegaron a hacer uso de una pistola y de una defensa extensible, instrumento con el que agredieron en varias ocasiones tanto a la víctima como a su pareja, a la que habían hecho venir a España para “potenciar la atmósfera de amenaza con la que presionaban a la joven”.

Las agresiones, que se repitieron tanto por parte del padre como del hijo, causaron en varias ocasiones: cortes, contusiones y multitud de hematomas, no dejando en ningún momento que la joven recibiera asistencia sanitaria. Asimismo y según tuvieron conocimiento los investigadores, víctima y pareja tenían limitada y condicionada la libertad deambulatoria, teniendo que pedir permiso por parte de los miembros del clan para dirigirse a uno u otro lugar.

Tras meses de retención y aprovechando un momento de descuido de los proxenetas, la víctima y su pareja lograron huir y tras varios días de dudas e incertidumbre, se presentaron en dependencias policiales para formular la correspondiente denuncia.

La declaración inicial de los hechos, así como las comprobaciones inmediatamente posteriores, precipitaron las detenciones de los cuatro imputados; toda vez que durante los días en que la víctima se mantenía huída, los miembros del clan llegaron a localizarla en una de las pensiones donde se encontraban y se disponían a retenerla nuevamente para volver a mantenerla explotada sexualmente.

ESTABAN ESPERANDO A OTRA CHICA

Por todo ello, agentes de la UCRIF, y mientras se preparaba el dispositivo policial para proceder a las detenciones, tuvieron que reubicarla a la joven para salvaguardar tanto su integridad como la de su pareja.

Cuando se practicaron las detenciones, los miembros de la organización se encontraban preparando la llegada de otra chica rumana a la que introducir y mantener bajo explotación sexual en Las Palmas de Gran Canaria.

Los detenidos por presuntos delitos relativos a la prostitución, detención ilegal, amenazas y coacciones han sido identificados como A.. D., sin antecedentes y nacido el 16 de agosto de 1962; G.R.D., sin antecedentes y nacido el 8 de mayo de 1990; E.R.T., sin antecedentes y nacida el 20 de mayo de 1990; y E.A., sin antecedentes y nacida el 21 de febrero de 1988. Todos ellos naturales de Rumanía.

Los hechos fueron puestos en conocimiento del Juzgado de Instrucción número siete de San Bartolomé de Tirajana y los detenidos fueron puestos a disposición judicial.

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