No english, no development
Desde que comenzó la crisis, se ha repetido como un 'mantra' que gracias a su posición geográfica y a sus recursos medioambientales, Canarias puede convertirse en un referente de la llamada 'economía del conocimiento'.
Sin embargo, de nada sirven las condiciones naturales en el mundo globalizado del siglo XXI si se mantiene el altísimo desconocimiento de otros idiomas, sobre todo del inglés, que existe en las Islas
El propio Gobierno regional así lo confirma en la comunicación que debatirá la próxima semana en el Parlamento regional: “un buen dominio del inglés es requisito imprescindible para el desarrollo de cualquier actividad internacionalizada, ya sea en las Islas o fuera de ellas”.
Por tanto, de nada servirán los fondos europeos para financiar cualquier estrategia política de reactivación económica si falta lo esencial: “la principal herramienta para una internacionalización real y efectiva la constituye el conocimiento de idiomas”.
Conocimiento muy reducido
Hablar, comprender y escribir en inglés y francés (si Canarias quiere seguir su expansión hacia el continente africano) se convierten así en factores básicos para ser competitivos.
Y las Islas están lejos de ello, pues el propio Ejecutivo regional reconoce que el nivel de inglés en la población adulta “no pasa del nivel medio”, lo que se suma que el conocimiento de idiomas “es muy reducido entre las personas con bajo nivel educativo”, lo que rebaja aún más sus posibilidades de acceder a un puesto de trabajo en la nueva etapa de 'internacionalización' en la que quiere moverse la economía canaria.
Ayudas y becas
Así que solo queda seguir formando al profesorado para poder avanzar en un aprendizaje realmente bilingüe, y apostar por las ayudas públicas a los jóvenes que quieran aprender o tener una primera experiencia profesional en otro país.
Las becas de Postgrado o de prácticas en Asuntos Europeos (que funcionan desde hace tres décadas) son loables, aunque al parecer poco resolutivas, pues el propio Ejecutivo reconoce que solamente han servido para que un centenar de beneficiarios reciban “formación especializada” en Derecho Comunitario.
Y las becas de Negocios Internacionales tampoco parece que hayan corrido mejor suerte, pese a que su objetivo es formar especialistas en comercio exterior y licitaciones internacionales.
Por ello, si no se refuerzan los instrumentos para mejorar los conocimientos de idiomas, el objetivo de internacionalizar la economía canaria parece abocado al fracaso.