El Espacio Canarias de Madrid proyectará varios filmes del artista Pepe Dámaso durante abril
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 6 (EUROPA PRESS)
El Espacio Canarias de Madrid, centro del Gobierno de Canarias para la promoción cultural en el marco del programa Septenio, rendirá tributo este mes de abril al artista Pepe Dámaso, a través de una de sus facetas creativas más desconocidas: la de cineasta, informó el Ejecutivo regional en un comunicado.
De esta manera, tres películas filmadas por el propio Dámaso en los setenta y ochenta, y un documental sobre su vida y obra del realizador Miguel G. Morales componen este ciclo programado en colaboración con la Filmoteca Canaria, que comenzará este, jueves 7 de abril, con la proyección de 'La Umbría', a las 20.00 horas.
Con este filme, Dámaso inicia su llamada 'Trilogía de Agaete', compuesta por las tres películas que abarcarán las tres primeras sesiones de este ciclo. Está compuesta por filmes rodados entre 1875 y 1988, escritos, producidos y dirigidos por Dámaso, que dan cuenta de su ancestral amor por el arte cinematográfico y de su admiración por los maestros Visconti y Pasolini. Precisamente en esta pasión y en su quehacer fílmico como parte de su expresión creativa indagará el propio Pepe Dámaso en el diálogo que cerrará la última jornada del ciclo, tras la proyección del documental de Morales, 'Iter in semet ipsum-Dámaso'.
'La Umbría', rodada por Dámaso en 1975 a partir del poema teatral de Alonso Quesada, narra la historia de una familia acuciada por la tuberculosis, la muerte y los espectros de sus antepasados, encerrada en una vieja casona del valle de Agaete, La Umbría, a principios del siglo XX. Rodada en la Casa Roja de la finca Las Longueras del Valle de Agaete, todos los actores que intervinieron en el rodaje de la cinta eran del propio Agaete, localidad natal del pintor.
Además, el jueves 14 se proyectará 'Requiem para un absurdo', de 1979. La homosexualidad y la represión en los años de la posguerra civil española constituyen la trama de la obra, basada en un hecho real ocurrido en Agaete en aquellos años. En la película abundan elementos de carácter surrealista: el sacrificio simbólico del cordero, que se repite como leit motiv en el cartel, propio del universo pictórico de Dámaso.
Cabe destacar que los negativos de estas dos primeras películas, 'La Umbría' y 'Requiem para un absurdo', se encontraban en paradero desconocido hasta hace algo más de un año, cuando la Filmoteca Canaria pudo localizarlos en las Filmotecas del País Vasco y Cataluña, respectivamente.
El ciclo ofrecerá su tercera sesión el martes 26 de abril, con 'La Rama. Collage', última obra de la citada trilogía, que Dámaso rodó en 1988. Dedicado a la popular fiesta homónima de Agaete, este filme muestra, a modo de collage, la pervivencia de esta tradición basada en el rito aborigen de rogativas pluviales, que ya en los ochenta y hasta la actualidad, se ha situado como una fiesta de referencia más allá del ámbito local y se ha convertido en uno de los números más atrayentes del calendario festivo del Archipiélago.
En la última sesión del ciclo, el jueves 28 de abril, se proyectará 'Iter in semet ipsum-Dámaso' rodado por Miguel G. Morales en 2009, en el que un ya maduro Pepe Dámaso revisita Italia a la búsqueda de un cuadro de su producción, que fue adquirido en la Bienal de Venecia de 1970 por Luchino Visconti mientras rodaba 'Muerte en Venecia'. Al término de esta proyección, Dámaso y Morales protagonizarán el citado diálogo en vivo.
DÁMASO
Por su parte, en la documentación del ciclo, el experto cinematográfico Emilio Ramal valora la importancia de estas películas y su proyección: “la irrupción como director de cine de Dámaso, ya entonces reputado artista plástico, en el agitado, prolífico y dogmático panorama cinematográfico canario de los años setenta, supone para la pequeña historia del cine en Canarias”, explicó.
“Un hito al que en su momento no se le prestó la merecida atención y al que ya va siendo hora de colocar en su justo lugar”, añadió. Una época en la que Canarias vivió un boom del cine amateur que dejó tras de sí una vasta y desigual producción fílmica, especialmente cortometrajes en 8mm y Super8, de más peso ideológico que cinematográfico.
En este escenario, en palabras de Ramal, se ve cómo “un Dámaso en plenitud creativa entrega dos largometrajes de ficción que, apartándose del cine que se hacía en el Archipiélago en ese momento, al margen de modas, gregarismos y sectarismos, sobresalen hoy día, más de treinta años después de su realización, como parte destacada del cine de esa década por su audacia estética, por su ambición expresiva, y también por lo arriesgado de sus propuestas”, destacó refiriéndose a los dos primeros filmes de la citada trilogía que se cierra en los ochenta con cine de carácter documental.