Fiscalía pide 15 años de cárcel para un “mafioso” por “matar como un perro” a un hombre en Gran Canaria
“Quiero pedir perdón a mi madre. No soy un asesino”, afirmó J.C.L.R.
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 7 (EUROPA PRESS)
El fiscal Carlos Seijo ha mantenido hoy su petición de imponer 15 años de cárcel a J.C.L.R., acusado de un presunto delito de homicidio, y cuyo comportamiento calificó de “mafioso” por “matar como un perro” a un hombre durante una discusión en una calle en el Polígono de Arinaga, en el municipio de Agüimes (Gran Canaria).
El representante del Ministerio Público recordó, así, en sus conclusiones las palabras de la madre de la víctima durante el juicio celebrado desde el lunes con Tribunal de Jurado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas y que ha quedado pendiente del veredicto. Para la anciana, a su hijo “lo mataron como un perro” y “lo tremendo es que es verdad”, según el fiscal.
“Siento que le haya pasado eso, pero yo no fui”, aseguró, por su parte, el procesado en su última intervención en el juicio. “Quiero pedir perdón a mi madre y decirle que su hijo no es un asesino. Yo no soy un asesino, madre”, añadió mirando hacia su familiar presente en la Sala.
“NI LA MENOR DUDA”
En la presentación de su informe, el fiscal aseguró estar “completamente seguro” y no tener “ni la menor duda” de que J.C.L.R. es el responsable “único y exclusivo” del fallecimiento de un varón en la Urbanización La Paz la madrugada del 10 de noviembre de 2007. A su juicio, “las pruebas principales desvirtúan por completo que sea inocente y la presunción de inocencia queda completamente destruida”.
La Fiscalía acusa a J.C.L.R. de un presunto delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad y destacó que las posibilidades de defensa de la víctima fueron “reducidas”.
A su entender, el acusado le dio un “tremendo” puñetazo en la cara y “después continuó su acción y terminó de rematarle, al estampar su cara contra el pavimento mientras decía: A mí se me respeta”.
De este modo, citó tres pruebas “muy contundentes” para sostener su acusación. Así, recalcó que desde el día de los hechos y “durante dos años y medio hasta hoy no ha aparecido ni una sola persona más que agrediera” a la víctima.
“NI 'BATMAN' NI UN CABALLERO OSCURO”
“Nadie ha dicho que un príncipe de las tinieblas, un caballero oscuro o 'Batman' apareciera por allí y se cargara” al hombre, apostilló Seijo, que incidió en que “la única persona que ha aparecido que agredió” al difunto fue J.C.L.R..
Asimismo, criticó la tesis de la defensa sobre que el afectado cayó hacia atrás tras recibir el puñetazo y el golpe en la cabeza en una alcantarilla le causó la muerte. Pero, según la Fiscalía, “no hay marcas de hierro detrás de la cabeza”, al tiempo que resaltó que las dos heridas laterales en la cabeza del hombre corresponden con haberla “estampado” contra el suelo.
En tercer lugar, el fiscal se refirió al cambio de versión del hasta ahora testigo protegido, quien ayer sorprendió al salir “a pecho descubierto” y retractarse de sus manifestaciones ante la Guardia Civil y, de forma voluntaria, en el Juzgado de Instrucción, y exculpar a su “amigo”, J.C.L.R..
Seijo recordó que, a diferencia del acusado, un testigo en causa judicial “tiene la obligación de decir la verdad”, ya que, de lo contrario, incurre en falso testimonio. De hecho, pidió a la Sala que se acuse tanto a este testigo como a la entonces novia del procesado por dicho supuesto delito si se determina la culpabilidad del reo.
El representante del Ministerio Público aseguró que dicho testigo “tenía una tormenta en su cabeza” cuando declaró en las anteriores ocasiones hasta que relató lo acontecido y “no quería que se le identificara” por temor a represalias.
“ES UNA PIEZA”
Y es que J.C.L.R. “es una pieza allí en el Polígono y la gente le conoce perfectamente”, aseveró el fiscal, que recordó que al procesado le constan 26 detenciones hasta 2007 y está condenado por un delito de atentado al agredir a un guardia civil, por un delito de lesiones y otro de allanamiento de morada con amenazas, además de estar imputado por supuesto tráfico de drogas.
“Una persona que dice vivir de una carpintería no tiene 30 relojes, numerosas joyas y un gimnasio grande en el garaje. Es muy dudoso que trabaje como carpintero”, reiteró.
Igualmente, recordó que los agentes de la Guardia Civil recalcaron en el juicio que durante la investigación policial “la gente no quería hablar”. “Esa zona es un zulo, donde todo el mundo sabe todo de todos y la gente no quiere problemas. J.C. sabe perfectamente cómo intimidar y crear pánico y miedo, cree que es impune ante la ley”, subrayó el fiscal.
En su opinión, la noche de los hechos, J.C. y su pareja tuvieron un accidente de coche y se dirigieron a la Urbanización La Paz para buscar ayuda porque el primero no tenía carné de conducir. Allí se encontró a la víctima. “Me tocó el brazo y yo le demostré quién manda, quién soy. Es el comportamiento de los mafiosos, le dio su merecido y le reventó la cabeza, después se fue a su casa y no se preocupó por el hombre, sino por el coche”, insistió.
“RESPETO”
Además, según el fiscal, lo que J.C. contó a la Benemérita al entregarse “36 horas después” del suceso “no tiene ni pies ni cabeza” y durante ese tiempo “dejó las cosas claras en el Polígono” y, tras el registro policial en su casa, “no se encontró nada”.
Así, pide que “sea en la cárcel donde J.C. quizá algún día pueda entender lo que es el respeto, pero no hacia él, sino hacia los demás”.
Por su parte, el letrado de la acusación particular, Francisco Jiménez, reclama 20 años de cárcel para el acusado por un supuesto delito de asesinato con alevosía, al “matar sin motivo alguno” a su vecino. A su entender, “la intención de matar se vio en todo momento”.
Sin embargo, la abogada de la defensa, Isora Roca, solicita la libre absolución para su cliente, al considerar que “no ha quedado acreditado ni siquiera la causa directa de la muerte” del varón, en tanto que, según ella, “las heridas pudieron provenir de 20.000 maneras distintas”.
“EL JUICIO DE LOS PREJUICIOS”
La letrada reiteró que el testigo protegido debía ser considerado sospechoso en la instrucción y comentó que J.C. “tiene una condena por agredir a un Guardia Civil compañero de los que hicieron la investigación”.
“No hay nada en la causa. Son demasiadas incógnitas. Éste ha sido el juicio de los prejuicios, de si es peligroso y mafioso. J.C. no tenía ningún motivo para matar” al hombre, remarcó. Subrayó que a su cliente, “le tenían ganas”, así como hizo especial hincapié en “la cantidad de dudas y dejadez en la investigación”.