Ganaderos canarios dicen si un litro de leche de la Península se vende a 60 céntimos “se ampara en alguna ilegalidad”
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 4 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate), Pedro Molina, advirtió que si un litro de leche procedente de la Península se vende en las islas a menos de 40 céntimos es porque “se ampara en alguna ilegalidad”.
Molina defendió que los animales necesitan comer, además de mantener al ganadero y al transporte hasta Canarias. “Es muy difícil que después de todos esto un litro de leche cueste menos 110 pesetas --unos 66 céntimos--”, precisó.
En este sentido el ganadero habló del mercado de las oportunidades, en referencia a la leche en polvo, que se deshidrata, se puede conservar y “deja al ganadero fuera de la competencia”, lamentó. “En ningún lugar del mundo se fabrica leche en polvo, sino que se deshidratan los excedentes de producción y, eso se hace porque la leche no se puede almacenar de otra manera”.
Pedro Molina insistió en los daños que esta posibilidad genera en la producción láctea en las islas, pues muchas empresas que venden derivados de la leche en el archipiélago lo hacen aprovechándose de las ventajas del Régimen Especial de Abastecimiento (REA) que apoya la importación con unos 600 euros por tonelada a la industria, frente a los algo más de 100 que se da a la producción en la isla para esta industria “y que nunca repercute en el ganadero”.
Por esto, el presidente de Agate ha insistido en la necesidad de que se comprenda esta realidad y se exija una remuneración o se tenga en cuanta a la hora de diseñar un procedimiento de compensación que garantice la producción y la recogida de la leche.
UNA LEY LIGHT
El presidente de los ganaderos de Tenerife señaló además que la conocida como Ley de Medidas Urgentes propuesta, entre otras medidas para legalizar más del 85% de granjas en el archipiélago “es light”, pues la “regularización depende siempre de los cabildos y los ayuntamientos”.
Aseguró, no obstante, que se están presentando los documentos para tratar de legalizar definitivamente estas instalaciones, pero “no se desautoriza las ordenanzas municipales”, con lo que si un ayuntamiento no quiere, no se tiene porqué dar licencia a la granja. “El ganadero se encuentra en la misma situación o peor”, indicó Pedro Molina.
