IUC acusa a Rivero de dejar más pobreza en Canarias que cuando llegó al Gobierno
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 25 (EUROPA PRESS)
Izquierda Unida Canaria (IUC) ha subrayado que el Gobierno de Paulino Rivero ha engañado a Canarias cuando prometió acabar con la pobreza en esta legislatura pero, sin embargo, la realidad es que deja más pobreza que cuando llegó.
IUC ha recordado, a través de un comunicado, que la consejera de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, dijo en el Parlamento regional, en noviembre de 2007, que su gobierno pretendía acabar con la pobreza en esta legislatura gracias a la “plena aplicación de la Ley de Prestación Canaria de Inserción”.
Un mes antes, la viceconsejera de Bienestar Social e Inmigración, Natividad Cano, había afirmado que el Gobierno canario tiene “la firme confianza” de poder erradicar la pobreza en el Archipiélago, en cuatro años.
Sin embargo, IUC ha señalado que la tasa de pobreza relativa pasó del 24,1 por ciento, en 2004, al 24,8 por ciento, en 2008, y al 27,5 por ciento el pasado año, frente al 19,5 por ciento de media estatal.
Antes y durante la crisis no hubo reducción de la tasa canaria de pobreza y, en enero de 2008, el Diputado del Común denunció que sólo dieciséis ayuntamientos canarios tenían servicios permanentes contra la exclusión social, uno de los efectos más dramáticos de la pobreza más intensa.
“El nivel de improvisación del gobierno de Rivero quedó en evidencia, en marzo de 2009, cuando se ofreció a colaborar en la distribución de alimentos, con la fecha de consumo preferente vencida, para ciudadanos víctimas de la desigualdad de Canarias”, han manifestado para asegurar que este Gobierno adolece de políticas efectivas y además mantiene políticas que degradan la calidad de vida de los ciudaanos.
Por ejemplo, concluye IUC, gastar sólo 32 euros por persona en dependencia, frente a 102 de media estatal, reducir la inversión relativa en Educación hasta lograr ser la comunidad con más alumnos por profesor, tener la sanidad pública peor valorada del Estado, los salarios más bajos y el desempleo más alto, más violencia de género, menos esperanza de vida y una fiscalidad menos redistributiva que la del resto del país, lo cual priva a las administraciones de recursos para corregir tantas deficiencias y aumenta nuestra desigualdad. En suma, el gobierno de Rivero deja una Canarias más injusta, menos social y con más historial de promesas incumplidas.