NC acusa a Bravo de ''premiar a un tránsfuga''

El grupo de Nueva Canarias (NC) en el Cabildo de Gran Canaria ha reprobado la decisión del presidente de la institución insular, José Miguel Bravo de Laguna (PP), de destituir a Lorenzo Olarte de la presidencia de la Institución Ferial de Canarias (Infecar) y premiar al “tránsfuga” Juan Domínguez con la máxima responsabilidad en este organismo público con “el único objetivo de mantenerse” en la presidencia del Cabildo.

El portavoz de NC, Carmelo Ramírez, exigió una auditoría independiente sobre la gestión anterior del exmilitante del Centro Canario Nacionalista (CCN) Domínguez, “sospechoso ahora” de cometer delitos penales. Para NC, la decisión del PP de acudir a la Fiscalía solo con la documentación aportada por Olarte “no es suficiente para transparentar” la gestión en Infecar.

José Miguel Bravo de Laguna, según NC, “para lo único que está en el Cabildo es para defender su presidencia a costa de ceder a un tránsfuga todo lo que le pide, en este caso le ha premiado a Domínguez con la presidencia de Infecar”.

La decisión del dirigente del PP, una semana después de que Olarte denunciara al consejero insular tránsfuga Domínguez por la presunta comisión de tres delitos penales,pone en evidencia, según NC, que Bravo de Laguna, “en lugar de velar” por la transparencia y por el interés público, opta “por defender a un sospechoso de cometer actos delictivos, que es un tránsfuga y que además le garantiza” la presidencia.

El presidente nacional de NC, Román Rodríguez, agregó que Bravo de Laguna ha convertido al Cabildo en un “lodazal”. El también consejero insular de NC afirmó que esta situación ha evidenciado que Bravo de Laguna “no tiene pactos con ningún partido político y que ha comprado la voluntad de dos consejeros (Domínguez y Antonio Hernández Lobo) con dinero público”.

Para Nueva Canarias “no se entiende” que Domínguez dirija de nuevo este organismo público “salvo que sea un premio a la labor poco transparente y oscura” realizada por este tránsfuga. En opinión de Ramírez, estos hechos ponen bajo sospecha a Infecar y delatan “una falta de legitimidad democrática preocupante”.

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