40.000 piscinas olímpicas de lava
La erupción submarina que se está registrando en la zona cercana a La Restinga podría expulsar “como máximo” 0,1 kilómetros cúbicos de lava, es decir, el equivalente a unas 40.000 piscinas olímpicas, según el vulcanólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Joan Martí.
Martí ha explicado que “no se puede determinar” el volumen total porque de momento, se desconoce la cantidad de lava que está saliendo pero, a su juicio, el volumen máximo que debería salir no será “muy distinto” a las erupciones históricas de Canarias. “Como máximo podría ser una salida de lava de 0,1 kilómetros cúbicos como máximo que es un volumen grande, pero no muy importante en estas magnitudes. Esto equivaldría a unos 100 millones de metros cúbicos o, lo que es lo mismo, unas 40.000 piscinas olímpicas”, ha apostillado en declaraciones a Europa Press.
En este contexto, ha explicado que este volumen seguirá aportando a la construcción de una cordillera submarina que lleva miles, millones de años formándose al sur de El Hierro y que, por lo tanto “este episodio de erupción es uno más dentro de la construcción de la zona, por lo que desde este punto de vista, esto debe verse como parte de la normalidad”.
Sobre el material que está saliendo al exterior, ha comentado que, principalmente es basalto fundido que al tocar el agua se enfría y se convierte en roca y, en cuanto al color azul turquesa de la mancha que se observa sobre el agua, ha explicado que, “probablemente” se deberá al azufre y a la removilización de arcillas del suelo marino que al agitarse se vuelve hacia arriba y vuelve las aguas turbulentas.
Situación “constante”
El vulcanólogo ha señalado que en la actualidad la situación continúa y es “constante” por lo que sigue la erupción constante, es decir, que está saliendo el magma por una fisura y puede tener varios puntos de fisura más concentrado. “Es de esperar que esta situación siga durante días o incluso semanas, que dependerá de la cantidad de magma que haya para salir”, ha añadido.
Por otro lado, desde el punto de vista de la afectación del ecosistema, ha hecho hincapié en que la erupción es un proceso natural, por lo que la naturaleza es “lo suficientemente sabia para auto-equilibrarse ella misma”. Además, este tipo de erupciones son “muy comunes” y normales en estas zonas volcánicas.
De hecho, ha añadido que ha habido “muchísimas erupciones” de este carácter en la zona, incluso en épocas recientes, solo que no eran observadas porque no existían los aparatos actuales, pero, en este caso “sí” se está siguiendo porque existe la instrumentación adecuada en el sitio correcto.
Por eso, considera que habrá pocos cambios desde el punto de vista ambiental porque este tipo de ecosistemas se recuperan “muy rápido”. Martí considera que si con una erupción en ambiente subaéreo el medio se recupera de forma veloz, en las erupciones submarinas “mucho más”, por lo que la afectación será “mínima”.
En todo caso, ha reconocido que los gases que se mezclan con el agua, mezclados con azufre no son muy buenos para estas profundidades, pero poco a poco el ecosistema se equilibrará, porque se diluyen rápido, una vez se enfríen las lavas que han salido. Precisamente, ha dicho que las muertes de peces se producen porque este material de lava está saliendo “de forma masiva” pero que cuando la erupción se detenga o rebaje, se volverá a la situación anterior, sin causar problemas graves.
Por otro lado, no descarta la “posibilidad” de que si la fractura se prologue hacia la parte subaérea de la isla, se pueda producir una erupción en la isla de El Hierro, aunque tiene “la sensación” de que la situación es “bastante estable” y que se está relajando de forma contínua, por lo que no hay efecto de sobrepresión. Las probabilidades, con mucha precaución, serían bajas, pero tampoco se puede descartar. No le daría muchas probabilidades, pero como posibilidad existe y hay que tenerla en cuenta.
UNOS 40 EXPERTOS
En cuanto al equipo científico que hay desplegado en El Hierro, ha comentado que el Instituto Geográfico Nacional hay unas 30 personas, entre técnicos y científicos y otras 10 personas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Además, hay otros científicos e interesados en el tema. En el control de la situación y responsables de la vigilancia vulcanológica estaríamos hablando de entre unas 40 personas.
Como vulcanólogo, Joan Martí ha destacado que la situación se ha llevado bien desde el inicio, porque se han hecho las cosas “como se tienen que hacer, ” desde el inicio de la situación anómala hasta esta fecha. Sobre la actuación del Instituto Geográfico Nacional considera que ha sido “perfecta” y ha subrayado también que se han aplicado “bien” los protocolos de emergencia del Gobierno Canario.
Desde el punto de vista científico, ha valorado que la situación despierta “un gran interés porque es la primera vez que se tiene el registro completo desde el comienzo hasta el final de una erupción”. Igualmente, ha celebrado que, posteriormente, se tendrán que analizar los datos, durante mucho tiempo, para interpretarlos y conseguir que esta información pueda resultar beneficiosa para otras zonas o para esta misma en el futuro.